Si hay un lugar en el mundo que se asocie con la Navidad para millones de personas es Belén, ciudad origen del Cristianismo. Sin embargo, en los últimos años los altos índices de peligrosidad de Cisjordania habían hecho que no demasiados visitantes se aventurasen a visitarla. Esta Navidad la tendencia se ha invertido: la mejora de la situación de seguridad hace que se cuadruplique la cifra de turistas a la localidad natal de Jesús.
Durante la semana de Navidad, se calcula que la ciudad recibirá este año alrededor de 250.000 visitas, frente a las 60.000 del año pasado, según ha informado el alcalde de la ciudad, Victor Batarseh. Las cifras del alcalde están en consonancia con las de la Cámara de Comercio, que estiman que este año han pasado por Belén 1,2 millones de personas, el mejor año con diferencia desde que estalló en 2000 la segunda Intifada palestina. Las autoridades hablan de una ocupación hotelera casi completa y de un descenso del paro espectacular, del 50% al 20%.
Desde la segunda Intifada, que estalló el 28 de septiembre de 2000, se levantó un cilima de violencia que hizo que los ingresos turísticos de la zona cayesen un 90% entre 2000 y 2001. Sin embargo ayer, día de Nochebuena, miles de visitantes cristianos se dieron cita en la ciudad para escuchar la Misa del Gallo en la basílica de la Natividad, que marca el punto donde estaba el pesebre en el que nació, según el Evangelio, el hijo de Dios.
El incremento de turistas se ha notado en general en los lugares históricos de la ciudad, puntos que son de referencia al mismo tiempo para cristianos, judíos y musulmanes. La llegada de nuevos visitantes puede ayudar a paliar la difícil situación económica de una zona donde la tensión política sigue siendo muy elevada.
Foto vía La Nación