La Iglesia de Santa Sofía, la Mezquita Azul o el Palacio de Topkapi son, sin lugar a dudas, los rincones más visitables por los turistas que llegan a Estambul. No obstante, no hay que olvidar que esta ciudad de Turquía también posee otros enclaves igualmente interesantes, hermosos y llenos de magia.
¿No sabes cuáles? Si vas a pasar unas vacaciones en dicha urbe, bajo ningún concepto, regreses a casa sin antes haber descubierto estos lugares:
- Bazar de las Especias. En el barrio de Eminönü es donde se encuentra situado aquel, que es uno de los más antiguos de Estambul. Como Bazar Egipcio también fue conocido en su tiempo este espacio comercial, compuesto por casi noventa establecimientos, que se convierte en una singular mezcolanza de olores y colores fruto de las mercancías que allí están a la venta.
- Parque Gülhane. En la misma zona que el anterior lugar se encuentra este pulmón verde de la ciudad, que está junto al mencionado y famoso Palacio de Topkapi. Pasear por él y relajarse es todo uno, sin olvidar que cualquiera que lo visita también queda obnubilado por la majestuosidad y belleza de los árboles y especies vegetales que lo conforman.
- Puente del Bósforo. No menos significativa es esta construcción, de la década de los años 70, que tiene algo más de un kilómetro de longitud y que se encarga de unir la parte más occidental y la más oriental de la urbe turca.
- Baño de Cemberlitas. Teniendo en cuenta que Estambul también está considerada como una de las mejores ciudades del mundo para disfrutar de baños y masajes, no hay que marcharse de ella sin visitar este enclave, que tiene su origen en la segunda mitad del siglo XVI. Asimismo se puede disfrutar de duchas y baños de vapor, que permiten desestresarse.
