Francia es una mezcla heterogénea de historia, cultura y gastronomía. Un país con algunas de las ciudades más bonitas de Europa pero que también ofrece un paisaje natural realmente sorprendente. Tal vez sea este uno de los encantos aún por descubrir en territorio galo. Nosotros queremos que así sea y por eso te ofrecemos algunos de los mejores enclaves que nos brinda la naturaleza francesa. Encuentra tu hotel online y disfruta de estos maravillosos lugares.
Podemos empezar por los fascinantes acantilados de la Gorges du Verdon, tallados por el río del mismo nombre. Situados en la región de Provence-Alpes-Costa Azul, a dos horas de Marsella, es un rincón especial para los amantes de la escalada, el piragüismo o cualquier deporte de riesgo. Casi tan espectacular resultan las montañas de Aiguilles de Bavella al sur de Córcega y su estatua de la Virgen de las Nieves a más de 1.600 metros de altitud.
Ni que decir tiene que los Alpes representan algunos de los mejores paisajes naturales de Francia. Un lugar a visitar durante cualquier época del año para esquiar, hacer senderismo o contemplar aves y otros animales. Y si hablamos de los Alpes es imposible no colocarse frente al Mont Blanc, el pico más importante de la cordillera alpina. Con sus 4.810 metros de altura es uno de los grandes atractivos invernales del país.
Para el verano podemos dejar la costa de Bretaña y su Cote de Granit Rose, una serie de rocas que con el atardecer se tornan de un color rosado que te cautivará. Para esta misma época nada mejor que un paseo por los rosados campos de lavanda de la Provenza. Otro destino especial de costa serían los acantilados y los arcos de Etretat, que a lo largo de la historia han inspirado a muchos artistas. El más conocido se asemeja a un elefante metiendo su trompa en el mar.
Nuestra siguiente parada sería la Duna de Pilat, la más grande de Europa. Situada a solo una hora de Burdeos, tiene más de cien metros de altura. A su alrededor siempre hay escaladores y amantes del parapente. Otro de los majestuosos escenarios naturales con los que nos sorprende Francia es con la catarata Gavarnie, ideal para la primavera cuando el deshielo hace que el caudal de agua sea mucho más intenso.
Foto Vía La Odisea del Amanecer de la Escritura
