Londres es la ciudad más visitada año tras año. Y es que la capital política y económica tiene algo especial, tiene historia en torno suyo, una gran literatura y personajes importantes que la rodean, es una ciudad que tenemos que dejar que nos guíe, es una ciudad en el que tenemos que dar vía libre a la neblina, al misterio y tradición de las orillas del Thamesis.
Si sabemos inglés, podemos entrar en contacto con su gente, la cual casi siempre nos responderá con una sonrisa. Podemos comprar en los grandes almacenes o en pequeños puestos, en enormes centros comerciales o en esquinas muertas. En esta ciudad se encuentra de todo.
Y si no podemos hacer Londres nuestra, seguro que Londres nos hace suya. Muchas veces, merece la pena dejarse perder -más que hacer un típico turismo en Londres– por sus calles, ver la auténtica Londres, con sus miserias y bellezas, con su superficie y su profundidad. Podemos dejarnos perder entre las calles mientras visitamos distintos monumentos en Londres, todos ellos escuchados alguna vez en la vida. ¿Quién no ha oído hablar del Big Ben, de la Torre de Londres, de la Abadía de Westminster? ¿Quién no ha querido alguna vez ver de cerca Hyde Park, el palacio de Buckhingam, la plaza de Trafalgar?.
En fin, casi cada día nos llegan referencias de esta gran ciudad. Y aunque en un fin de semana no se la pueda visitar por completo -ni mucho menos-, puede ser una buena opción para saborear un poco el ambiente de la ciudad.
Además, la oferta de alojamiento de Londres, la capital del Reino Unido, es inmensa, podemos conseguir lugares donde dormir con hasta el 75% de descuento, eso sí, reservándolo cuanto antes mejor.