Lindos, el balcón blanco de Rodas

Lindos
Lindos y su fortaleza

Hoy en día hacer un crucero a las islas griegas está al alcance de cualquiera. Es más, se trata de uno de los viajes más hermosos que podemos hacer, sobre todo por la diversidad de experiencias que vamos a sentir. Desde las islas más turísticas y conocidas hasta otras que no lo son tanto, cualquier destino puede resultar sorprendente.

Si precisamente estáis buscando cruceros a islas griegas baratos hoy os queremos proponer visitar el pueblo de Lindos, situado en la costa sureste de Rodas. Un lugar encantador de calles estrechas y empedradas, pequeñas casas de fachadas blancas y playas increíbles que sabe combinar como nadie la cultura e historia autóctona.

El pueblo se enmarca sobre una colina con vistas al mar. Paseando por su centro histórico descubrimos un lugar muy tranquilo, a diferencia de otros rincones más turísticos de Rodas. Sus calles peatonales están repletas de tiendas, bares y cafeterías que ofrecen una animadísima vida nocturna. Un magnífico destino para aquellos que buscan respirar la esencia de un pueblo tradicional griego pero lo quieren hacer con relativa tranquilidad.

Sorprende que un pueblo tan pequeño como Lindos tenga su propia acrópolis, pero así es. La encontramos en la cima de la colina sobre la que se asienta. Dedicada a la diosa Atenea, apenas quedan en pie una serie de columnas y los restos medievales de una gran fortaleza a su alrededor. Merece la pena subir hasta la cima no sólo para ver sus ruinas sino especialmente para disfrutar de las vistas del pueblo y el mar. Son muchos los turistas que suben al atardecer para ver un espectáculo fascinante.

Desde el punto de vista histórico y artístico uno de los grandes atractivos de Lindos es también su Iglesia de la Panaghia. No os dejéis llevar por el exterior del edificio, ya que resulta muy sencillo. Os propongo acceder al interior para contemplar el gran número de obras de arte del siglo XVIII que recubren sus paredes. Hay mosaicos e iconos por todas partes, frescos, piezas litúrgicas y mucha orfebrería. Una iglesia realmente impresionante.

No olvidaros de recorrer la Bahía de San Pablo, posiblemente la zona de playa más conocida y popular de Lindos. Se trata de un entorno protegido de aguas cristalinas y que cuenta con un excelente restaurante para disfrutar de los pescados y mariscos de la gastronomía local.

Por último hay que cumplir con la tradición turística de subir a la cima de la colina en burro. Quizás no está bien visto ver a los adultos sobre estos animales, de ahí que lo más normal es transportar a los niños. Para ellos sí que será una experiencia muy divertida y original.

Como podéis comprobar, a pesar de ser un pueblo pequeño Lindos resulta una magnífica escapada. No sólo hay ciudades turísticas en las islas griegas, sino también pequeñas joyas por descubrir.

Foto Vía El Buskador