A mitad de camino entre Escocia y Noruega se halla el archipiélago de las Islas Shetland. Su pequeña capital es la ciudad de Lerwick, de poco más de ocho mil habitantes. Un lugar muy conocido entre los británicos ya que justamente allí, durante el último martes del mes de enero, se celebra el Festival Vikingo, solo interrumpido en los últimos 150 años en dos ocasiones (una por la muerte de la reina Victoria y otra por la Segunda Guerra Mundial).
Dicen que es el festival de fuego más grande de Europa. Sencillamente es espectacular ver cómo miles de personas vestidas a lo vikingo desfilan por la ciudad y buena parte de la isla con antorchas durante la noche. Durante la procesión entonan canciones tradicionales y en el puerto queman a modo de ceremonia un gran barco vikingo. Como ya te puedes imaginar la fiesta que se vive en las calles, bares, pubs y restaurantes de Lerwick es fantástica.
Lerwick se ha convertido en los últimos años en un magnífico destino de crucero por el norte de Europa. Aquí se combinan la cultura y la naturaleza a partes iguales. Vas a encontrar durante tu escala numerosas rutas de senderismo, preciosas vistas al océano desde la ciudad, un puerto muy animado y tradicional e incluso el Jarlshof, un emplazamiento que nos traslada a los viejos pueblos vikingos. Encuentra aquí la mejor selección de cruceros para disfrutar de esta ciudad.
De esta manera no te vayas a pensar que Lerwick es un pueblo pequeño con pocos servicios, al contrario. Ha sabido adaptarse a la masiva llegada de turistas y ofrece muchas posibilidades. Si te quedas unos días puedes ir al puerto y practicar cualquier deporte, salir en barco por los alrededores, o simplemente pasear y degustar lo mejor de su gastronomía en los bares y restaurantes. La vida nocturna es también muy animada, especialmente en verano con la temporada alta de cruceros.
Desde el mar vas a apreciar fácilmente sus edificios de piedra arenisca erigidos en el siglo XVIII (Lerwick fue fundada en el XVII para dar servicio a las flotas de pesqueros holandeses). Una vez en el pueblo sus calles han sabido mantener el encanto de antaño con su pintoresca y atractiva arquitectura victoriana.
Por cierto, y como último dato curioso: Lerwick no solo está asociada a lo escandinavo con el Festival Vikingo. Fíjate un momento en los nombres de las calles…
Foto Vía Mvfram