Reservar para embarcarnos en el mar es una experiencia fascinante donde encontrar miles de servicios de primera categoría. Estamos hablando de los cruceros, un viaje diferente que permite visitar varias ciudades en un gran hotel flotante.
Una de las primeras ventajas es precisamente ésta. Nos alojamos en un gran hotel o ciudad flotante, dependiendo de su tamaño, en la que reposar pero navegando por el mar. Ello lo hace misterioso e interesante a la vez.
La cantidad de servicios que ofrece el crucero también es de resaltar. Encontramos varias discotecas interiores, restaurantes temáticos a gusto del cliente, salas de fiesta, habitaciones distintas…
La hora del relax. Además, los barcos se convierten, poco a poco, en grandes espacios de bienestar. Te tratan estupendamente y ofrecen zonas spa, con circuitos hidrotermales, piscinas exteriores e interiores. Y hasta zonas para realizar masajes a medida. Y ello mientras vemos bellas vistas y el mar a nuestros pies. ¿Qué más podemos pedir?
Y toca salir del barco. El recorrido por diversas ciudades permite ver varias a la vez. Se suelen hacer excursiones de un día para contemplar los lugares más especiales de cada lugar. Alguna veces podemos ir guiados paras entender mejor la historia y luego hay tiempo para ir a nuestro aire.
Lo mejor es que luego volveremos a nuestro barco para descansar cómodamente. Cenar en el restaurante que nos apetezca, bailar en la discoteca o ver un fantástico espectáculo.
Hemos de reponer fuezas para el día siguiente donde trancurrirá de igual forma siempre a gusto del consumidor y con las visita de una nueva ciudad que nos estará esperando para hacer compras, ver museos, monumentos…
Son días para desconectar. Y además se realizan por diversos sitios, desde el Mediterráneo, a los fiordos noruegos, el norte de Europa, el Caribe… una gran variedad para doas las épocas del año.
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