Hoy os acercamos a uno de los lugares más turísticos de Pekín, el Antiguo Palacio de Verano, Yuan Ming Yuan en chino, un retiro tranquilo para la familia real. A diferencia del palacio que existe en la actualidad, el Antiguo Palacio de Verano nunca ha sido restaurado a su antigua gloria después de su destrucción en 1860. Lo que hoy podemos ver es un parque de aguas naturales y un paisaje encantador.
Parte del AntIguo Palacio de Verano se construyó en 1707, durante la primera dinastía Qing, y sus obras concluyeron 150 años después. Su estructura era dos veces más grande que el actual Palacio de Verano, y en su momento fue el palacio más grande de Pekín. En el apogeo de la dinastía Qing se convirtió en uno de los más bellos lugares de ocio para los emperadores y sus invitados de todo el mundo.
Desafortunadamente, cuando las tropas francesas y británicas lo invadieron en 1860, quemaron la mayoría de sus habitaciones, pabellones y puentes. Lo poco que escapó a la destrucción se destruyó casi completamente durante la invasión de 1900. Esta destrucción provocó la pérdida de una gran cantidad de maravillas arquitectónicas que no se encontraban en ninguna otra parte del mundo. Había edificios de piedra y mármol que combinaba los estilos europeo y chino.
Muchos turistas que visitan el Antiguo Palacio de Verano pueden decepcionarse ante las pocas cosas que pueden verse hoy en día en él. La destrucción fue tan completa que la mayor parte de sus jardines se han convertido en caminos que nos llevan al lago. Se trata de unas ruinas que hay que seguir con un ambiente nostálgico y romántico.
La mayoría de los turistas entran por la puerta sur, considerada la entrada principal del parque. Caminando hacia el oeste podemos encontrar un restaurante, enmarcado en un edificio de estilo chino, un puente y otro más restaurado sobre un arroyo. Más adelante existen ruinas amontonadas en bloques de piedra, donde una vez se encontraban los edificios del centro del parque.
Sin embargo, las ruinas más interesantes se hallan en la esquina noreste del parque. Aquí encontraremos la Yang Xi Lou, o Mansión del Oeste, más conocida en su época como el Jardín de la Eterna Primavera. Los turistas recorrerán los restos de las grandes escaleras de mármol, quehoy no conducen a nada, y que llevan hacia unas enormes columnas. Veremos un laberinto de piedra, que recorreremos como hace siglos lo hacían los emperadores y sus concubinas.
Cerca hay una sala de exposiciones con modelos a escala de todo el palacio y fotos de las estructuras obtenidas en 1800, que nos dan una idea de lo que era esta zona antes de ser destruida. Después de explorar las ruinas, muchos turistas se acercan al lago Fuhai en el centro del parque para tomar fotos de los belleos atardeceres de Pekín, con el telón de fondo de las colinas occidentales.
La gloria de este palacio puede que se encuentre en el pasado, pero hoy en día aún tiene mucho que mostrar a todos aquellos que lo visitéis.
Foto 1: Vía Rtoddking
Foto 2: Vía Daylife