Una de las cosas que más me sorprendió cuando estuve en Vietnam, a parte de su belleza, fue la cantidad de motos que había en grandes ciudades como Hanoi y Ho Chi Min. Había momentos en los que miraras donde miraras sólo veías motos. En un semáforo en rojo podías ver más de 100 motos esperando a que se pusiera en verde.
Acercarse a un cruce era algo digno de ver. Podían estar pasando decenas de motos a la vez por un pequeño cruce en todas las direcciones. Nadie cedía el paso a nadie. La táctica era clara; al llegar al cruce reducir la velocidad (nunca parar), buscar el hueco por el que menos gente haya y lanzarse por ahí. Las motos se tocan entre si, unos se apoyan sobre otros y las bocinas suenan sin parar, pero nadie se detiene.
Cruzar andando los cruces y carreteras era otra odisea. En este caso la táctica era parecida al de las motos pero andando. Buscar el momento en el que menos motos pasan, echar a andar por la carretera a un ritmo constante y nunca pararse. Las motos se encargan de esquivarte siempre y cuando no cambies el ritmo de tu paso para no despistarles… o por lo menos esa era la explicación que te daban!
Una de las causas por las que hay tantas motos en países como éste es que están empezando a desarrollarse y a tener ingresos. Esos ingresos no son suficientes como para comprarse un coche pero sí para comprarse una moto y el crecimiento del número de este tipo de medio de transporte está creciendo a un ritmo muy alto. Lo usan como transporte familiar. Yo llegué a ver varias motos con 4 personas encima (padres, y dos hijos).
Os dejo unas fotos para que os hagáis una idea de lo que os digo: