La isla de Lanzarote es, probablemente, uno de los destinos más atractivos para cualquier amante de la naturaleza más salvaje y agreste. Un lugar lleno de fantásticos paisajes submarinos de aguas cristalinas, punto de encuentro entre la tierra y el mar y reto de convivencia, resuelto con armonía, entre el hombre y medio ambiente. Ubicada en el extremo oriental de las Canarias, es una tierra que la actividad volcánica ha transformado y marcado profundamente a lo largo de los siglos, dejando tras de sí un escenario maravilloso que merece la pena preservar.
Por ello, la Unesco la protegió con su declaración como Reserva de la Biosfera en 1993, hecho que, junto con su atractivo turístico y cultural y su clima templado en cualquier época del año, hacen de un viaje a Lanzarote una experiencia inolvidable donde las haya. Con este reconocimiento se premia además la manera en que se han logrado encajar los núcleos de población de la isla en este marco natural incomparable, en una casi perfecta simbiosis.
Lanzarote cuenta con numerosos espacios naturales de especial interés, como el Parque Nacional de Timanfaya, una preciosa muestra de hábitat volcánico prácticamente virgen, con variadas especies endémicas y protegidas de flora y fauna; la Reserva Natural Integral de los Islotes, situada en el extremo norte, de gran valor científico y paisajístico, además de ser lugar de refugio y nidificación de gran cantidad de aves autóctonas y migratorias; el Parque Natural del Archipiélago Chinijo o el Parque Natural de Los Volcanes.
Cabe destacar también los Monumentos Naturales de La Corona, Los Ajaches, que incluye interesantes yacimientos paleontológicos del Plioceno inferior; La Cueva de Los Naturalistas, el Islote de Halcones o Las Montañas del Fuego, y los Paisajes Protegidos de Tenegüime, La Geria, especialmente valioso por ser una de las mejores muestras de integración entre hombre y naturaleza, con viñas y frutales coexistiendo sin conflictos con su salvaje entorno; o los Sitios de Interés Científico de Los Jameos y del Janubio.
Foto: Luc Viatour