Haciendo un poco de memoria sobre cómo nació el gusanillo por viajar y ver mundo que tengo desde mi más tierna infancia, me vinieron a mente unos dibujos animados que yo veía (y con los que me entusiasmaba) cuando era pequeña, algo así como «La vuelta al mundo en 80 días con Willy Fog» (no recuerdo exactamente el título).
Buscando información sobre estos dibujos en internet, encontré la ruta de aquel viaje y decidí que, alguna vez en la vida, podría hacer una especie de periplo como el que en su día realizó el protagonista (¿era un león?) de esta deliciosa serie. Así, mi recorrido sería el siguiente:
Londres: una de las ciudades más cosmopolitas e interesantes del mundo y, sin duda alguna, un muy digno punto de partida para comenzar cualquier aventura. Si el tiempo nos acompaña (y si no también, pero con un poco más de dificultad), podremos disfrutar de una ciudad verdaderamente fascinante.
Suez: pequeña ciudad situada en Egipto y conocida por su famoso canal, que une África con Asia.
Hong Kong: con una peculiar historia tras sus espaldas, esta ciudad china es una de las grandes ciudades comerciales de Asia y tiene un carácter moderno (es la segunda ciudad con más rascacielos del mundo, tras Nueva York) y culturalmente abierto.
Bombay: una de las ciudades más impresionantes del mundo, no sólo por sus riquezas, sino también por sus miserias. Merece la pena visitarla por lo menos una vez en la vida, da muchísimo que pensar.
Hawai: compuesta por 8 islas, pasar unas vacaciones en Hawai es uno de los sueños que más de un viajero habrá tenido en su vida. Paz, tranquilidad, buenas vibraciones… El paraíso para unos días.
Tijuana: es la ciudad continental más occidental de Latinoamérica y queda situada en México. Con un marcado carácter estadounidense, Tijuana llama la atención por su arte callejero y por ser un lugar clave para la entrada de EEUU.
Singapur: modernísima ciudad-estado situado en el sureste asiático. Puede que a muchos no nos llame atención «a priori», pero se dice que es uno de los lugares más impresionantes del mundo… por algo será.
Este viaje sería un pequeño homenaje a una de las muchas y pequeñas llamas que encendieron en muchos de nosotros la curiosidad por uno de los mayores placeres y alegrías que esta vida nos ofrece: viajar.
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