Hoy queremos seguir los pasos del famoso profesor Langdon, protagonista de la novela El Código da Vinci, en París, para así conocer la arquitectura y la historia cultural de esta ciudad. Si os cautivó la novela de Dan Brown, París es el lugar perfecto para ir a ver los lugares que se describen en el libro. Muchos de estos lugares son auténticos, y nosotros os los queremos enseñar. Así pues, sigamos los pasos de sus protagonistas, el profesor Robert Langdon y Sophie Neveu.
Un buen lugar para empezar nuestra Ruta del Código da Vinci en París es el Hotel Ritz, donde Langdon es despertado por la Policía francesa para pedirle que visite la escena del crimen. Si tenéis planeado un día de ocio por Paris, debéis deteneros aquí para tomar algo en el Café Hemingway antes de continuar.
La trama del libro nos lleva de inmediato al famoso Museo del Louvre, donde Langdon conoce a Sophie, la joven criptologista íntimamente relacionada con el hombre asesinado. Para visitar el museo debemos antes asegurarnos de que tenemos tiempo más que suficiente. Sobre todo, quedaremos cautivados con la eterna y famosa sonrisa de la Mona Lisa.
Continuaremos nuestra ruta a través del Jardín de las Tullerías, donde Langdon y Sophie tienen varios encuentros con la policía. Diseñados por Le Notre, el jardinero del rey Luis XIV, seguro que encontraréis estatuas misteriosas, pulcramente vestidas de verde.
Si no queréis caminar, podéis conducir por el Arco del Triunfo en vuestro camino a Saint Sulpice, aunque hay que tener paciencia con el tráfico parisino. En este punto de la novela, Sophie y Langdon habrán visitado en más de una ocasión el Banco de Zurich. Sin embargo, lamentablemente, no hay ningún Banco de Zurich en la calle Haxo de la novela.
Nuestra decepción se torna en agrado, ya que nuestra próxima parada es la Iglesia de Saint Sulpice. Esta iglesia tiene un misterioso pasado vinculado a la sociedad secreta del Priorato de Sión. Tenga o no tenga relación con esta sociedad secreta, la iglesia de por sí tiene muchos rincones fascinantes. De particular interés es lo que se conoce como gnomon, un dispositivo a base de lentes en el interior del templo.
La Ruta del Código da Vinci en París concluye precisamente en el Barrio de Saint Sulpice. Si realmente queréis seguir, podéis pasar un día más en Chateau Villette, a las afueras de la capital. Lo que está claro es que, todos aquellos que quedásteis encantados con el libro, tenéis que hacer esta pequeña ruta. Os encantará.