La Ruta de Hemingway en La Habana

La Bodeguita del Medio
La Bodeguita en La Habana

Hemingway dijo de Cuba que le parecía una isla larga, hermosa y desdichada. Fue en 1928 cuando viajó por primera vez a La Habana a la edad de 29 años. Si bien llegó a ella con motivo de un viaje de vuelta hasta su hogar en Key West, lo cierto es que pronto se quedó prendado de ella. Desde entonces y hasta 1940, año en el que decide comprar Finca Vigía y vivir en la capital cubana, la visita constantemente.

No es de extrañar por tanto que los cubanos lo llamen cariñosamente hoy en día Papá Hemingway o que haya numerosos rincones en la ciudad que nos recuerdan al famoso escritor estadounidense. Es muy conocida su frase: «Mi mojito en La Bodeguita y mi daiquiri en El Floridita», aludiendo a dos de los locales más célebres de capital. Si estáis buscando viajes baratos a La Habana y venís buscando los recuerdos de este autor son dos rincones imprescindibles en vuestro itinerario.

Una ruta de Hemingway por La Habana habría que iniciarla en el Hotel Ambos Mundos, donde el escritor residió algunos años durante sus estancias en la ciudad. Hoy en día se puede subir hasta la habitación en la que se alojaba, la cual permanece intacta desde la última vez que estuvo allí el escritor.

Desde aquí apenas unos pasos nos separan de la Bodeguita del Medio, precisamente uno de los rincones donde Hemingway pasaba más tiempo en la ciudad tomando mojitos. Recuerdos y fotografías cuelgan de las paredes inmortalizando aquellos años. La avenida de O’Reilly nos conduce hasta La Floridita, el otro local que el autor visitaba durante su presencia en la capital cubana y en el que ambientó su obra Islas en el Golfo.

En 1940, y gracias a los réditos que ese año le reportó la publicación del libro Por quién doblan las campanas, Hemingway pudo comprarse en La Habana la Finca Vigía. Allí vivió durante dos décadas, hasta que con motivo de la Guerra Fría tuvo que elegir entre quedarse en Cuba o regresar a Estados Unidos. En Finca Vigía pasó posiblemente sus años más felices. Se dedicó a escribir y a pasear en su pequeño barco pesquero llamado Pilar.

Muchos son los recuerdos que se nos vienen a la memoria sobre Ernest Hemingway al visitar estos lugares. Sin duda alguna debéis recorrerlos para respirar la esencia que dejó en ellos unos de los más grandes escritores del siglo XX.

Foto Vía Nitaleg y su Cocina