Recuerdo que iba en el metro leyendo algunos detalles de la Plaza de la Concordia de París. Sobre todo detalles curiosos, como sus ocho hectáreas, sus edificios, fuentes, estatuas… Cuando el tren se detuvo, subimos las escaleras de la estación, dispuestos a ver si eran ciertos todos esos detalles. Al salir a la plaza pudimos comprobar que es mucho más grande verla en directo que leyéndola en una pequeña guía de viajes…
La Plaza de la Concordia, para situarnos bien si tenemos nuestros hoteles en París, es el punto de comienzo de los célebres Campos Elíseos. Es una plaza enorme, aunque también con mucho tráfico. Se construyó en 1775 y, en su origen, estaba dedicada al rey Luis XV. Aunque, claro, los sucesos de la Revolución Francesa acabaron incluso con la estatua del rey que había en la plaza. ¿Sabíais que fue aquí donde se ejecutó a Luis XVI y su esposa María Antonieta?
Tras la Revolución recibió el nombre de Plaza de la Concordia, y hoy en día es la décima plaza más grande de Francia, una de las visitas imprescindibles si nos preguntamos qué ver en París. La primera vista la pondréis en el enorme obelisco egipcio del centro, regalo de Egipto a Francia en 1883. Con sus 23 metros de altura, está decorado con una serie de jeroglíficos, y procedía del templo de Luxor.
Frente a las avenidas atestadas de coches se sitúan los edificios del Hotel Crillón y el Ministerio de la Marina. Lo mejor es atravesar estas avenidas y situaros junto a las fuentes de la plaza. Son muchos los turistas que se hacen fotos con ellas, ya que el grupo escultórico de estas fuentes resulta muy llamativo.
Como curiosidad hay que decir que la primera iluminación eléctrica que se instaló en París, en 1844, fue en esta plaza. Hablando de luces, os recomiendo visitar esta plaza a la caída de la tarde, cuando la luz anaranjada del ocaso está en su mayor esplendor. Ver cómo se ilumina la plaza es una maravilla, y un pequeño secreto que os ofrezco.
Me resulta curioso leer desde entonces la historia de París y esta plaza durante la Revolución Francesa. Imaginar los acontecimientos tan terribles que en ella tuvieron lugar, la sangre que se derramó. Hoy luce como Plaza de la Concordia, hermosa, monumental… París es original, ¿verdad?.
Foto Vía Faculty Ircc