Si lo nuestro son los viajes baratos, La Palma es un destino preferencial, pues a esta isla canaria suelen llegar vuelos a muy buen precio. Además, al margen del turismo de masas, La Palma es todavía un remanso de paz que nos ayudará a olvidarnos de nuestros problemas y del resto del mundo.
Y es que los habitantes de La Palma, los palmeros, lo tienen bastante claro, no suelen hacer gran propaganda de su propia tierra, aunque de puertas adentro, en sus entrañas la miman, piropean y exaltan como si fuera un bebe. Incluso su segundo nombre, podríamos decir, es la de “Isla Bonita”.
Esto no es para nada exagerado sino concorde a lo que el visitante verá nada más pisar su tierra. Es un apelativo que recurrentemente nos vendrá a la cabeza mientras vayamos visitando las playas de arena negra, los bosques de enormes pinos y las cumbres y volcanes de esta belleza de isla.
Pero no sólo lo natural, sino el propio trabajo del hombre, muchas veces destructora de un entorno hermoso, se mantiene en armonía con el paraje natural de La Palma. Veremos una arquitectura tradicional con sus típicos tejados de cuatro aguas, exquisitos trabajos artesanales y bonitas tallas flamencas en las iglesias.
Un buen lugar para empezar a conocer la isla puede ser su capital, Santa Cruz de La Palma. Aquí comenzaremos por visitar la triangular plaza de España, en pleno centro de la ciudad. Veremos que en este lugar se alza el ayuntamiento con su pórtico, la antigua iglesia del Salvador con fachada renacentista, el antiguo convento de San Francisco y un par de casas señeras.
Si salimos de la plaza de España y nos adentramos en el núcleo histórico, veremos varias veces parecidas construcciones familiares de fachadas planas realzadas por balcones con estilo canario, en la mayoría de casos muy ornamentados. Estas viviendas tienen ya varios siglos en sus paredes y los podremos ver sobre todo por la Avenida Marítima o en las calles de Van de Valle y O´Daly.
Antes de salir a conocer el resto de la isla, es recomendable visitar el santuario de la Virgen de las Nieves, a las afueras de Santa Cruz. Allí veremos la muy venerada patrona insular, un trabajo del siglo XIV que se importó desde la Península y tiene factura anterior a la conquista de la isla.
Foto Vía:Frank Klemm Aufgenommen