Berlín ofrece al visitante muchas posibilidades para pasar unos días inmejorables. Además de los monumentos, las galerías de arte y las señas de identidad propia de una ciudad que se va reinventando a si misma al paso de los años, recomendamos su fiel gastronomía.
A Berlín llegan diariamente muchas turistas que cogen vuelos baratos desde cualquier parte del mundo. Es una ciudad donde hay mucho que ver y mucho que probar.
Los mejores restaurante los encontramos en el centro de la urbe. Pero si creemos que es una ciudad cara, estamos equivocados, pues podemos comer generosamente por precios reducidos. Resaltamos un gran surtido de salchichas alemanas de diversas especias a cuál más buena. La especialidad de Berlín es la curry-wurst, con curry y salsa de tomate. La podemos encontrar en cualquier esquina a modo de comida rápida por 1 euro.
Pero si queremos comer abundatemente, recomedamos los platos más elaborados y que configuran la tradicional cocina alemana. El codillo de cerdo, acompañado de patatas (fritas o asadas), albóndigas de pan, ricas ensaladas de col alemana y hasta embutidos.
Tales platos pueden salirte por 15 euros por persona y ya afirmo que quedas del todo lleno. Las ensaladas de patata con espinacas y queso fundido es otra rica especialidad, igual que determinados pescados, muy gustosos. La Kasespatzle es una pasta especial alemana, que se realiza con beicon y queso y suele ser algo más grueso a la pasta que estamos acostumbrados a comer.
Para beber, la cerveza es la estrella. En Berlín, la Berliner es la de la ciudad y no es cara. Es algo suave si la comparamos con las cervezas españolas. Pero también puedes pedir vinos blancos y tintos de alrededor del mundo.
Los ricos pasteles en forma de creps y mucho azúcar estar buenísimos. Las tartas, las galletas de sabores de gran tamaño y los chocolates no te dejarán indiferente, si es que te caben en el estómago.