Lisboa es una ciudad apasionante, donde la figura de Fernando Pessoa, probablemente el literato portugués más conocido en el mundo, se hace omnipresente. En sus empinadas calles se puede respirar, aún hoy en día, la melancolía que inspiró las obras de este gran poeta. No cabe duda que un viaje a Lisboa tiene que pasar, de una u otra manera, por algunos de los lugares clave en la vida de este personaje imprescindible de la literatura lusa.
Pessoa nació en 1888 frente al teatro de la Ópera y, aunque pasó su primera infancia y adolescencia en el extranjero, ya que su padrastro era diplómatico, toda su vida posterior está marcada por la presencia constante de la capital portuguesa, de una manera difícil de encontrar en otros escritores y personajes históricos. a partir de 1905 residió con su abuela en la calle Bela Vista, creó un negocio de imprenta y empezó a trabajar como escritor en 1912 en la revista Águia.
Si hay un barrio que Pessoa tenía como favorito, seguramente sería el de Baixa, que recorrió tantas y tantas veces, o el de Chiado. Quién sabe cuantas veces el insigne poeta utilizó el Elevador de Santa Justa, que une estas dos zonas aún hoy. En su «Libro del Desasosiego», Pessoa describe muchos lugares por los que podemos transitar en la actualidad para tratar, en un día de niebla típico del estuario del Tajo, de captar la esencia de esta ciudad que tanto amó el poeta.
Inaugurada en noviembre de 1993, la Casa-Museo Fernando Pessoa nos ofrece un excelente punto de partida para descubrir la vida y obra del autor, que murió joven, a los 47 años de edad. Cuenta con un auditorio, un jardín, salas de exposiciones, objetos de arte y una biblioteca dedicada a la poesía. También se pueden ver objetos y muebles que pertenecieron al poeta. Regularmente se realizan lecturas de poesía, encuentros de escritores, espectáculos musicales y de teatro, conferencias, talleres y exposiciones.
Foto: lisboahoteles.es (guia de lisboa)