La isla de El Hierro es, desde hace unos años, uno de los destinos emergentes en lo que a viajes a Canarias se refiere. Declarada Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco en 2000, hasta hace relativamente poco había quedado fuera de los circuitos turísticos convencionales, y en la actualidad la intención es fomentarla como destino de calidad, centrado en el turismo rural, de naturaleza y deportes de aventura.
De hecho, el estado de conservación del patrimonio natural de El Hierro se puede calificar como excelente, algo que escasea en la mayor parte de los destinos turísticos más asequibles por proximidad. Actividades como el submarinismo, el surf, el montañismo, la espeleología, la bicicleta de montaña o el parapente aportan a la isla un valor añadido al ya de por sí espectacular paisaje que ofrece el visitante en cualquier época del año, gracias a su fantástico clima.
El gobierno local, además, está actualmente desarrollando un proyecto con el objetivo de que, a medio o largo plazo, se puedan cubrir todas las necesidades energéticas de la isla con energías renovables y limpias, algo que sería un verdadero hito y contribuiría decisivamente a la conservación de este excepcional entorno, ejemplo de convivencia entre la actividad humana, agrícola y pesquera, y el medio natural.
El Hierro nos ofrece una magnífica oportunidad de descubrir una isla volcánica de gran valor geológico, con magníficos acantilados de hasta 1.000 m de altura, preciosas calas y aguas cristalinas, además de un original folclore y tradiciones seculares, una sabrosa gastronomía, rica en carnes, pescados, dulces, quesos y vinos con denominación de origen. El proverbial carácter hospitalario de sus habitantes hace que sea un placer recorrer la isla de pueblo en pueblo, en unas vacaciones que, con toda seguridad, jamás olvidaremos y nos dejarán con ganas de repetir cuanto antes.
Foto: ezioman