Mucho se ha escrito y se ha publicado sobre la Gran Muralla China, pero lo verdaderamente cierto es que si viajáis a China sin visitar este grandioso monumento, vuestro viaje será del todo punto incompleto. La verdadera historia de la Muralla China es difícil de atestiguar, aunque se cree que la construcción de sus muros comenzó a llevarse a cabo a principios del siglo VII
Esta muralla simboliza la grandeza de China. Se construyó para proteger a los pueblos de la invasión de las tribus del norte, proporcionando una vida estable. La historia de este monumento es lo que ha contribuido al crecimiento de China en términos políticos, económicos, culturales y turísticos.
La longitud de la Muralla se extiende a través de unos 6700 kilómetros por los desiertos y mesetas de la frontera china y los territorios de Hun al norte. La belleza de la Gran Muralla es tal que no se puede apreciar con exactitud si no subimos hasta ella. La vista que podamos tener de la muralla desde un avión o helicóptero es impresionante.
En los comienzos, cada reino protegido por la muralla tenía su propia sección. Por ejemplo, la parte este fue construida con piedra y ladrillos, mientras que la parte occidental fue realizada con materiales menos duraderos. Cada una de las secciones de la muralla fue reconstruida más tarde, sobre todo en la dinastía Qin, cuando este emperador contrató campesinos, soldados y agricultores para trabajar en el proyecto. Esta tradición continuó y cada dinastía iba añadiéndiole altura y longitud.
Las mejores secciones para subir a la Muralla son las de Badaling, Mutianyu, Simatai y Shixiaguan. La Gran Muralla en Badaling se convirtió en un punto estratégico desde el momento en el que fue construido. Fue la primera sección del monumento que se abrió a los turistas, y se estima que desde entonces han subido a ella unos 140 millones de personas. Las piedras usadas para su construcción pesan cientos de kilos y ofrece una serie de torres de vigilancia cada ciertos tramos. Suele ser la parte de la muralla más visitada.
La parte de la muralla de Simatai está situada al noroeste de Pekín. Su construcción comenzó en la dinastía Ming y tiene una longitud de cinco kilómetros y medio con 35 torres de vigilancia. Conserva su forma original y es quizás la más bonita de todas las secciones de la Muralla. A diferencia de las demás, Simatai es muy tranquila, y los turistas no son tan bulliciosos.
La sección de Mutianyu es muy importante en la historia militar china. En esta parte de la muralla se han instalado una especie de telesillas que permiten a los turistas recorrerla de una punta a otra. Es un recorrido un tanto accidentado, por lo que es mejor visitarla en los telesillas. La vegetación que hay en esta zona provoca que en ocasiones la muralla se vista de verde.
La Gran Muralla de Shixiguan aún muestra las ruinas de algunos de los edificios que albergaba en la antiguedad. En definitiva, la Gran Muralla China es uno más de los monumentos del mundo que no deberíais perderos. Un viaje a China sin visitarla es algo que no tiene perdón de Dios.