Pisac, un pueblo que se encuentra a 33 kilómetros de la ciudad del Cusco, es la entrada obligatoria de todos los que deseen entrar sumergirse en el Valle Sagrado de los Incas, así, aprovechando el turismo floreciente, los pobladores ofrecen sus productos en una festiva feria artesanal cada domingo durante todo el año.
Así, este mercado dominical es en realidad un imán turístico y también, un centro cultural hasta donde llegan artesanos y campesinos de diferentes comunidades aledañas en donde se ofrecen elementos incaicos como telares, vasijas, joyas de plata, toritos de Pucará entre otros preciados elementos.
De esta manera, los pobladores ofrecen sus productos de la misma manera que lo hacían sus antepasados a través del trueque o intercambio de productos, lo cual se hace de manera festiva tal como todas las ferias andinas funcionan.
A las personas interesadas en experimentar esta fascinante experiencia, se les recomienda pasar la noche anterior en el pueblo de Pisac, es decir el día sábado y despertar muy temprano (aproximadamente a las 5:30 a.m.) para observar la llegada de los vendedores.
Así, luego que las campanas de la iglesia interrumpan la tranquilidad de todo el valle, la plaza principal del pueblo empezará a poblarse de hombres y mujeres que llegan con productos recientemente cosechados como choclitos del Valle del Urubamba, cebollas, frutas y las diferentes variedades de la papa peruana. Luego, los pobladores hacen una oración de agradecimiento y se procede con las venta/trueque a pobladores y foráneos.
Aprovecha viajero, los panes recién horneados sabor a Valle Sagrado, las empanadas de cebolla con queso andino y las impecables calles de Pisac en Cuzco.
Foto 1: PisacInn