En las islas británicas, Escocia goza de ciertos privilegios para ser vista y repetir en tus escapadas y viajes de vacaciones: paisajes singulares, una historia que contar, un mar abierto y único y mucha arquitectura.
Si quieres una experiencia única y diferente bañada en los mares del norte europeo, no tienes más que dar una vuelta por Internet y fijarse en la cantidad de vuelos a Edimburgo, a todas horas y a precios reducidos.
Sólo poner las pies en la capital de Escocia, nos invade una sensación única como si nos encontráramos en algún cuento de hace algunas décadas. Se desprenden paisajes encantadores y una arquitectura muy bien definida y armoniosa, sobre todo el centro.
El barrio central (donde se encuentran la gran parte de los encantos) se divide en el old town y el new town, pegados entre si, pues los diferencian tan sólo un par de calles. Se caracterizan por ofrece iglesias con cementerios al aire libre, tabernas y tiendas de artesanía que convergen con las más modernas y de ropa de segunda mano.
En esta zona central, es imprescindible visitar su castillo, al que llegaremos tras subir una calle algo empinada. Su curiosidad es que a diferencia de otras ciudades, este emblema de la historia se encuentra en pleno centro de la ciudad. Desde él veremos impresionantes vistas a Edimburgo y alrededores.
Si bien hay que coger un transporte y andar aglo más, recomendamos llegar hasta la playa de la ciudad. Es especial, diferente e interminable. Se caracteriza por ser muy extensa con fina arena y aguas azuladas llenas de rocas. Durante los días soleados y en festivo, es elegida por las familias para pasar el día mientras terminamos en alguna taberna típica cercana.
En las tabernas, la cerveza y el whisky son los reyes. Incluso se realizan actuaciones en directo mientras cenas. Suelen llenarse desde primera hora de la tarde, por lo que no vayas demasiado tarde.