La espectacular Basílica de San Marcos de Venecia

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Cuando pensamos en la ciudad italiana de Venecia se nos viene a la cabeza la imagen de sus canales y de las góndolas que por ellos transitan. Pero también es cierto que pensamos rápidamente en otro símbolo de la urbe: la Basílica de San Marcos, que tiene el privilegio de ser el templo católico más importante de aquella.

En el siglo IX, concretamente en el año 832, es cuando comenzaron las obras de construcción de este edificio, sito próximo a la Fabbrica Nuova, que decidió ponerse en pie con el claro objetivo de poder custodiar y proteger el cuerpo de San Marcos, que había sido traído desde la lejana Alejandría.

De marcado estilo bizantino es dicha basílica que a lo largo de los siglos ha sido sometida a continuas remodelaciones y cambios como consecuencia de los graves acontecimientos de los que ha sido objetivo o escenario tales como el incendio provocado que tuvo lugar en el año 975 como consecuencia de un motín.

Los mosaicos o el mármol son dos de los elementos que se hacen más notables a lo largo de todo el diseño de este templo de Venecia que cuenta con una serie de elementos o de estancias que merecen ser destacadas especialmente. Así, por ejemplo, entre los mismos se encontraría el atrio que posee una bóveda diseñada por Tintoretto y que además es conocido por haber sido el lugar donde Barbarroja y el Papa Alejandro III  sellaron la paz.

La Capilla Zen, la orfebrería conocida como La Pala de Oro o las esculturas del presbiterio son otros de los elementos que, sin duda alguna, merece la pena admirar in situ y prestarles más atención para descubrir el porqué de su valor y belleza.