Entre los múltiples atractivos que posee la localidad asturiana de Ribadesella hay uno que destaca especialmente por su valor artístico e histórico, de ahí que forme parte del Patrimonio de la Humanidad. Nos estamos refiriendo a la Cueva de Tito Bustillo pues es una de las joyas del arte rupestre en España.
En la década de los años 60 fue cuando se descubrió la misma que recibe su nombre de uno de los espeleólogos que participaron en dicha labor de descubrimiento: Celestino Bustillo, también llamado Tito Bustillo, que falleció a los pocos días del hallazgo.
Es importante subrayar que concretamente las pinturas que pueden admirarse y conocerse a fondo en este lugar están datadas en el periodo comprendido entre el 22.000 y el 10.000 a.C. Y pueden disfrutarse a través de las distintas salas que dan forma a la citada cueva de Ribadesella.
En concreto podemos determinar que tres son los tramos que dan forma a la caverna siendo el más largo el de la galería principal que da la oportunidad a los visitantes de descubrir, por un lado, pinturas relativas a la fecundación. Y es que aparecen pinturas rojas en las paredes, de tipo escutiforme, que vienen a representar lo que es el aparato reproductor femenino.
Por otro lado, en la misma zona también se pueden admirar restos de utensilios de cocina que se utilizaban en aquella época por parte del hombre así como otras pinturas animales donde toman protagonismo los caballos.
No obstante, la principal estancia pictórica es la conocida como Sala de las Pinturas. La misma está caracterizada por la representación de ciervos, renos y caballos en colores tales como el negro o el morado, entre otras.
Razones todas ellas más que suficientes para que descubras que es muy interesante la visita a la Cueva de Tito Bustillo en Asturias.