Madrid es una ciudad que, a veces, sorprende. Podemos visitar museos, monumentos, partes de la más importante historia de España, pero también podemos, en medio de la ciudad vivir la naturaleza. Si estamos en uno de los hoteles en Madrid y queremos relajarnos en un medio natural sin ruidos externos, para ello precisamente, está la Casa de Campo. Además, no sólo para relajarse, sino que la Casa de Campo es una de las cosas que hay que ver en Madrid.
Precisamente estos días frescos y soleados de otoño son los mejores para pasar un día en familia, pareja o amigos en el campo, en la Casa de Campo. Podemos coger rumbo al teleférico para llegar a ella, a tan sólo un paso de la capital podemos vivir la naturaleza en este inmenso espacio abierto, que como lo hemos dicho, ofrece multitud de posibilidades para relajarse del ajetreo de la ciudad.
El Teleférico mismo se encuentra en el Paseo del Pintor Rosales, una calle que recorre un entorno ajardinado cerca de la calle Princesa y la Plaza España. Entre esta preciosa arboleda surge un poste con una cabina de teleférico que nos llevará hasta el camino de entrada de la estación. Una vez dentro del teleférico no tenemos más que disfrutar suspendidos hasta a 40 metros del suelo y a una velocidad de 3,5 metros por segundo. En unos once minutos llegaremos a la relajada Casa de Campo.
Si bien el Teleférico es una de las formas más ecológicas y entretenidas de llegar a la Casa de Campo, no es el único, aunque si podríamos que decir que el ideal. Una vez aterrizamos en Casa de Campo nos aparece la naturaleza en persona, en todo su esplendor. Podemos desde ahí mismo, dar un paseo entre el pinar de las Siete Hermanas.
También encontraremos encinas y retama y una gran variedad de fauna, sobre todo de aves. Podemos fijarnos en gorrienos, jilgueros, ruiseñores, urracas y verdecillos que conviven con ardillas que saltan de árbol en árbol.
Además, la Casa de Campo dispone también varias rutas para los que quieran practicar deporte en la capital. Cada fin de semana hay cantidad de ciclistas y atletas dando vueltas por el terreno.
En fin, podemos pasar en ella todo un día de relax y disfrute con la naturaleza, un día diferente en la capital.
Foto Vía: Havan Svensson Xauxa