La Cartuja de Miraflores, riqueza patrimonial de Burgos

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Quien llegue a la ciudad Burgos atraído fundamentalmente por su interesante, variado y rico patrimonio arquitectónico y artístico es interesante que sepa que uno de los monumentos que no puede dejar de conocer es el conjunto monástico conocido por el nombre de La Cartuja de Miraflores.

Nos estamos refiriendo a un grupo de edificios religiosos que datan del siglo XV, concretamente en el año 1453 fue cuando dieron comienzo las obras de construcción de aquel.

A tres kilómetros de Burgos, en el Parque de Fuentes Blancas, se halla este espacio que recibe el nombre de Cartuja de Santa María de Miraflores y que está considerado como uno de los más bellos ejemplos de lo que fue el estilo gótico final.

Muchos son los elementos que hacen de este monumento un símbolo de Burgos y también un lugar de obligado conocimiento para los amantes del arte. Y es que en él se encuentran elementos tan bellos y de gran valor como, por ejemplo, su retablo mayor que es conocido por el hecho de haber sido realizado por uno de los grandes maestros escultores: Gil de Siloé.

Una figura aquel que de la misma forma también se encargó de llevar a cabo la construcción de los sepulcros reales que en este conjunto monástico se conservan. Nos estamos refiriendo a los que pertenecen a los padres de Isabel la Católica, Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, que están realizados en alabastro y que destacan por la crestería gótica que poseen.

De la misma forma tampoco hay que olvidar que también hay que resaltar el sepulcro del hermano de la mencionada reina, el de Alfonso de Castilla.

La sillería gótica y el amplio número de obras pictóricas y escultóricas de grandes artistas (Sorolla, Berruguete…) que se conservan en las capillas son otros de los elementos más valiosos de la Cartuja de Miraflores.