Si por algo es conocida la ciudad de Jaén y su provincia, es sin duda por sus olivos y, naturalmente, por su aceite, uno de los más preciados del mundo. A poco que nos alejemos del centro de la ciudad, en seguida divisaremos los campos circundantes con sus hileras de árboles, y algunos ejemplares centenarios que probablemente conocen la historia de la ciudad mejor que nadie, testigos mudos de todas los episodios fundamentales en el devenir de la región.
El aceite de oliva será, por lo tanto, protagonista principal de cualquier recorrido que realicemos por la ciudad, un motivo más que suficiente para lanzarnos a la búsqueda de un hotel en Jaén al mejor precio y disfrutar de la espléndida gastronomía que encontraremos cualquier rincón de la población. Pero como «no sólo de pan vive el hombre», la capital jiennense también cuenta con algunos monumentos excepcionalmente valiosos desde el punto de vista artístico y cultural. Entre los más importantes, no se puede obviar la magnífica catedral, obra renacentista construida sobre la antigua mezquita que aspira a convertirse en un futuro en Patrimonio de la Humanidad. Otra de las joyas de Jaén es el Palacio de Villardompardo, que data del siglo XVI y contiene los Baños Árabes más grandes de Europa, una tesoro del siglo XI que se esconde en los sótanos del palacio, además de el Museo Internacional de Arte Naïf “Manuel Moral” y el Museo de Artes y Costumbres Populares de la provincia.
El Castillo de Santa Catalina es otro de los monumentos de obligada visita, también de origen árabe aunque posteriormente reformado y actualizado en sucesivas épocas históricas. Aquí encontraremos el Centro de Interpretación Histórico y unas preciosas vistas hacia las Sierras de Jaén y el Valle del Guadalbullón. En el Museo Provincial se esconden raras colecciones arqueológicas, entre las que destacan los conjuntos íberos de “El Pajarillo” de Huelma y “Cerrillo Blanco” de Porcuna. En el futuro, estas piezas formarán parte del futuro Museo Internacional de Arte Íbero, actualmente en fase de proyecto.
Foto: Alejandro Flores