Grecia, conglomerado de islas más allá de su parte continental, es uno de los lugares más bellos e interesantes de todo el Mediterráneo. Cuna de la civilización occidental junto a Roma, ir de vacaciones islas griegas puede ser un buen plan tanto para Semana Santa como para verano.
Pero hay, entre las islas griegas, una isla que es conocida en el mundo entero. Se trata de Ítaca, vivienda de Ulises u Odiseo, lugar que busca desesperadamente durante su viaje de vuelta de Troya, de vuelta a casa. Hay que decir que hay dudas de si la isla que hoy día se llama Itaca sea la verdadera patria de Odiseo, ya que Homero describe detalladamente 26 lugares de la isla y ninguno de ellos parece tener correspondencia con la Itaca actual. De hecho hay varias teorías tanto a favor como en contra, pero ninguna de ella es concluyente.
Dejando de lado el mágico mundo de la Grecia Antigua, Itaca es una isla que merece la pena ser visitada. El viaje puede empezar en su capital, Vaci o Ithaki, que se levanta sobre una bahía cerrada y da la idea de un hermoso y olvidado pueblo pesquero, a lo tradicional. Aquí podremos visitar la cueva de Mármol o de las Ninfas, seguramente el lugar más interesante de la isla arqueológicamente y mitológicamente hablando.
Otra de las visitas puede ser el Perajori y la iglesia de la Dormoición, muy cercana del hermoso monasterio de los Arcángeles y a poca distancia de las calas más interesantes, agradables y disfrutables del Mar Jónico. También merece la pena visitar otros pueblos como Pera Pigadi, Maracia o lugares como la fuente de Aretusa, la región de Aetos y los que supuestamente son los restos del Palacio de Ulises. Incluso podremos encontrar pueblos de montaña como Lefki o Anoyi.
En fin, pese a lo mitológico y hermoso de la isla, el turismo está poco desarrollado en Itaca. Por ello mismo merece la pena ir a la isla y disfrutar de un retorno mágico, sentirnos como Odiseo en su vuelta de Troya, al que se le atribuye la idea del caballo de Troya, y disfrutar de sus costas y montañas, una tradición anclada y paisajes que nunca pensaríamos encontrar en el Mediterráneo. Un buen lugar para pasar la Semana Santa.
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