Grecia es un mar de sorpresas. Sus decenas de islas, con toda la carga mitológica e histórica que poseen, son sin duda uno de los mejores destinos para los amantes de lo antiguo. Por ello, si pensamos ir de vacaciones a Grecia, uno de los puntos claves que no podemos dejar de visitar es Corfu. Las vacaciones Corfu seguro que ansían nuestra sed de conocimiento.
A la isla de Corfu los griegos la llaman Kerkira y se trata de la segunda isla con más habitantes de toda Grecia. Otra de sus características es que también es la más septentrional. En sus lados acumula un total de 220 kilómetros de cosa y como toda isla griega su geografía es dominada por montañas y colinas.
El monte más alto es Pantocrátoras, a 1000 metros sobre el nivel del mar. De hecho, dicha montaña divide la isla en tres partes diferentes, a saber, la parte norte, donde los olivos dominan el paisaje junto a pequeños valles y costas con bahías; la zona central, la más importante y poblada, con gran vegetación, y; la zona sur, la más estrecha y llana con menos vegetación que el resto de la isla.
Su nombre ya nos indica la importancia de la isla para los griegos. Su nómbre proviene de la ninfa Kércira, una hija de Esopo de la que Zeus se enamoró. Como en toda buena historia mitológica griega, no pudo faltar el pertinente rapto. Zeus la llevó a esta isla y de hecho en la Odisea, de Homero, Ulises encontró a Nausica.
Se trata de una isla muy bien conectada con Atenas, sobre todo por el aire. Una vez llegados a la isla de Corfu, puede ser muy interesante alquilar un coche, ya que nos permitirá conocer la isla hasta el fondo. No obstante, para salir del paso puede servirnos cualquiera de sus barquitas o autobuses.
En fin, si vamos a Corfu también son muy recomendables sus paseos a pie y cómo no, las playas, sus estupendas playas, de todo tipo, nos invitarán a quedarnos en ella más de lo que podemos.
Foto Vía: Dr.K.