La Ile de la Cite no solo es el corazón de París, sino que también fue el primer asentamiento de la ciudad allá por el siglo III a.C. Desde entonces esta isla del Sena (se halla abrazada por el río parisino) ha sido uno de los rincones más emblemáticos de París. Su rica historia y sus monumentos la convierten en uno de los lugares más frecuentados por los turistas.
Hay muchos bed and breakfast en el centro de París, hoteles y otros alojamientos junto a la Ile de la Cite. Os los recomiendo para así llegar bien pronto a la célebre Catedral de Notre Dame (si puede ser, sobre las 08.00 de la mañana). Así evitáis colas y multitudes, en el caso que queráis visitar el interior. La explanada exterior es bastante amplia para disfrutar de la magnífica silueta de una de las iglesias más impresionantes del mundo. No olvidaros de subir a las torres (también tempranito, abren a las 09.30 horas)
Para llegar a la Ile de la Cite podéis ir hasta la parada de metro de la Cite. Nada más bajaros veréis el Mercado de las Flores, otro de los rincones que tenéis que apuntar en vuestra lista de qué ver en París. Cerca del mercado, junto al Petit Ponte, se encuentra la Cripta Arqueológica, que alberga restos de las viejas murallas romanas de París, construidas en el siglo III.
Seguimos nuestro paseo para detenernos ahora en la Saint Chapelle, una obra maestra del arte gótico construida en el siglo XIII. Os recomendaría su visita a cualquier hora del día, pero especialmente a la caída de la tarde, cuando las luces del sol penetran en sus fastuosas vidrieras. El espectáculo es fascinante.
Junto a ella se halla el Palacio de Justicia, residencia de los reyes de Francia hasta mediados del siglo XIV, y que adquirió su nombre actual a partir de la Revolución Francesa. A su lado la Concergerie, un magnífico palacio gótico construido a comienzos del siglo XIV, en el que destaca la Torre de l’Horloge, erigida en 1370, que cuenta con el primer reloj público de París.
Ya solo nos quedaría por visitar la Plaza Dauphine, diseñada a principios del siglo XVII por el rey Enrique IV en honor a su hijo, el futuro Luis XIII, y salir de la Ile de la Cite por el Ponte Neuf. Curiosamente lleva el nombre de puente nuevo, pero es el más antiguo de la ciudad (se inauguró en 1607).
Como os decía al principio, los alrededores de la Ile de la Cite están llenos de hoteles, apartamentos baratos gracias a Wimdu, hostales y pensiones para alojaros en París. Es una magnífica zona, ya que desde allí lo tendréis todo a mano para adentraros en lo mejor de la ciudad. Monumentos e historia os esperan en la magia de la Ciudad de la Luz.
Foto Vía Historum