Has decidido aventurarte a hacer un viaje rápido hasta la otra punta del continente. Con un presupuesto no muy amplio, o bien si viajas por negocios o por un cortísimo plazo, los hoteles cápsula de la ciudad de Tokio pueden ser una buena opción para ti si buscas un hotel barato.
En la ciudad mas poblada del mundo, lo más conveniente es ahorrar espacio. Y sin dudas esta nueva forma de hospedaje ha sido una gran ocurrencia.
El Green Plaza Shinjuku es el mayor hotel- cápsula de Tokio, y allí por solo unos 30 euros o 4.300 yenes puedes acceder a esta “comodidad” exclusiva de esa ciudad. El cubículo destinado al descanso no tiene ni ángulos rectos ni esquinas afiladas, para evitar cualquier accidente por ser un espacio tan reducido.
El servicio incluye la yukata, que es un estrecho albornoz japonés, un lugar donde el visitante puede guardar sus pertenencias, y una toalla. En caso de necesitar una ducha o aseo personal, se podrán utilizar las instalaciones colectivas que ofrece el hotel.
Al llegar al sitio el recepcionista brinda al pasajero una llave-pulsera y lo acompaña hasta la zona donde están las pequeñas taquillas diseñadas para poder albergar las cosas indispensables para la persona de negocios: un sitio para su atuendo y un espacio para su computadora portátil.
En la cápsula, la temperatura puede ser regulada con el aire acondicionado que está situado en la zona del techo sobre la cabeza. Estos sitios miden un metro de alto por uno de ancho, y el largo es de un metro y noventa centímetros…Esto implica que ésta opción esta vedada para quienes no son sumamente esbeltos.
Caminando por los pasillos del hotel, a altas horas de la noche, es inevitable la comparación. Las dos filas de nichos, el extremo silencio y pulcritud del sitio lo hacen asemejarse a un cementerio de lujo. Los cubículos que muestran una luz verde encendida, indican que ese sitio ya está ocupado.
A pesar de la aparente incomodidad, el hotel ofrece todas las comodidades de un cuatro estrellas: se puede tomar una sesión de masajes o un baño turco, por ejemplo, siempre antes de irse a dormir a la cabina, por unos 23 euros, o 3.300 yenes.
Si se quiere ahorrar en alojamiento o se dispone de poco tiempo para descansar por cuestiones laborales, estos habitáculos pueden ser una buena opción.