Recomendar un restaurante sea donde sea siempre es algo subjetivo. Lo que a mi me gusta no tiene por qué gustarle a los demás. Roma, como toda Italia, es un lugar donde comer es sencillo y gratificante. Es decir, si nos gusta la pasta (al dente, por supuesto y sin muchos artificios) en cualquier sitio podremos sentarnos a disfrutar.
Con la sana intención de atender a mis amigos cuando acudían a la capital italiana hubo un tiempo en el que me dediqué a dibujar sobre un mapa los restaurantes buenos y baratos (bonitos es otro cantar), aunque al final siempre terminaban por sucumbir a las turísticas y caras terrazas de la Piazza Navona o al Mc Donald´s que hay justo delante del Panteón. También puedo entenderlo: no todo el mundo, y menos el paladar español entiende que la pasta se deba comer dura (o cruda como piensan algunos) o que los espaguetis no floten sobre un cuenco de salsa boloñesa y no al revés.
Al final, siempre hay un lugar que ha cumplido con las expectativas de todos. Un restaurante que se ha convertido en una cita ineludible en mis escapadas a Roma y que con el paso de los tiempos he ido viendo crecer: Gusto! en la Piazza Augusto Imperatore, 9.
No es nada del otro mundo pero en este lugar me siento bien, como lo que me apetece, en un entorno moderno, agradable, autóctono y tranquilo, que no es poco teniendo en cuenta que está en pleno centro. Y por sólo 9 euros con agua, o 10 euros si uno está dispuesto a acompañar el plato con una copa de vino joven italiano.
Gusto! Adorado en sus inicios por yupies y políticos se ha convertido en una auténtica máquina de hacer dinero. El restaurante que conocí la primera vez que estuve en Roma ha ido creciendo aunque con otras líneas de negocio ya que sus propietarios han ido comprando prácticamente todos los locales de la plaza para ir abriendo nuevos establecimientos: ahora hay que tener mucho cuidado porque si nos descuidamos en vez de entrar en el Gusto! de los platos a 9 euros podríamos estar sentados en una mesa donde la comida creativa no baja de los 40 euros por persona. También han abierto una tienda de productos gastronómicos de lujo y otras exquisiteces (enoteca, formaggería y utensilios de cocina, todo en la misma plaza).
Pero el Gusto! que yo recomiendo continúa siendo el mismo. Pequeñas mesas, un ambiente íntimo y auténtico (aquí no se ven muchos turistas), camareros diligentes y algo tan sencillo como acudir al centro del restaurante y llenar nuestro plato de todo lo que nos apetezca. Todo lo que entre en el plato serán 9 euros, incluyendo una jarra de agua y pan. Tendremos básicamente gran variedad de verduras frescas y buen queso mozarella para prepararnos una rica ensalada, así como cuatro o cinco productos calientes. Todo de máxima calidad, de temporada y extremadamente sencillo.
Después podremos seguir nuestra aventura romana visitando alguna exposición itinerante del Ara Pacis (situado justo al lado) o dejándonos hechizar por la magia de esta bellísima ciudad.