Muchos de los hoteles en Asturias se encuentran en sus capitales, por lo que no será extraño encontrar alojamiento barato en sus calles. Se suele decir que de Asturias lo que importa es el paisaje, y lo cierto es que no es para menos. No obstante, sus capitales tampoco son para menos pues bien conservadas, acogedoras y limpias, invitan a todo visitante a pisar sus adoquines.
Su potencial como destinos turísticos y de congresos y reuniones es innegable, por lo que las ciudades asturianas están siendo cada vez más visitados por aquellos que tuvieron una suerte de asistir a algún evento organizado en ellas. Y es que se puede perfectamente en dos días hacer una ruta de las ciudades asturianas, pues apenas 20 minutos se necesitan para ir de uno a otro.
Esto también nos invita a alojarnos en ellas como campo base para otras excursiones más naturales. De día podemos disfrutar de la bella naturaleza, impresionantes paisajes asturianos, para por el atardecer y la noche dar un paseo por sus ciudades.
Avilés es una ciudad que a la vez es marinera y campesina o, mejor dicho en su día lo fue. Hoy día se trata de una ciudad moderna, fruto de un impresionante crecimiento demográfico y un gran despegue industriar. Su casco histórico está declarado como Conjunto Histórico Artístico Monumental pues guarda importantes joyas arquitectónicas.
En cuanto a Gijón, quizás el más conocido, es una ciudad abierta, hospitalaria y moderna. En su entorno podemos disfrutar de gran cantidad de espacios verdes, instalaciones deportivas y un extenso patrimonio histórico-artístico protegido. Es la típica ciudad de eventos.
En cuanto a Oviedo, es el centro de turismo cultural por excelencia por su calidad de cruce de caminos. Por aquí pasan el Camino de Santiago y la Ruta de la Plata, lo que ha dejado un gran patrimonio monumental y gran cantidad de museos. Oviedo es hoy sede de los Premios Príncipe de Asturias y en sus calles y servicios encontraremos gente abierta y hospitalaria.
En fin, la visita a las ciudades de Asturias es otro tipo de visita, quizás más convencional pero seguro que sorprendente.
Foto Vía: Alfonso Fernández