Cuando uno piensa en las vacaciones, normalmente piensa en sol y playa, o quizás montaña, pero siempre bajo un sol cálido e interesante. No obstante, podemos en la era globalizada actual, podemos coger vuelos a casi cualquier rincón del mundo, lo cual también nos abre las puertas para visitar zonas más heladas y frías. Hoy proponemos una visita a la Patagonia Argentina, concretamente al Lago Argentino/.
De hecho, a partir de octubre o noviembre es una buena época para visitarlo, ya que al estar ubicado en el hemisferio sur, las estaciones van totalmente opuestas a las nuestras. Cuando aquí es verano, allí es invierno y viceversa.
Pero concretemos. El lago Argentino posee su encanto por el enfrentamiento de dos colosos, seguramente de los dos glaciares más conocidos de Argentina. Se trata del glaciar Perito Moreno y del glaciar Upsala.
El Perito Moreno es el más famosos, fama que le viene del contínuo movimiento de sus masas, es decir, de sus avances y retrocesos cíclicos y espectaculares desprendimientos en cualquiera de sus 5 km. de fachada. El fenómeno más espectacular se suele dar cada 3 o 4 años, donde los visitantes presencian en un silencio incómodo la fuerza del hielo.
En la otra punta, en el lado norte del Lago Argentino nos encontraremos con el Glaciar Upsala, inmenso, increible. Se trata de una mole de hielo de 50 km. de largo y casi 10 km. de ancho. Hay que admitir, pero, que no es tan entretenido que el Perito Moreno.
si queremos completar una visita por la zona, podemos ir a ver el Fitz Roy, quizás la montaña más conocida del lugar.
Foto Vía: juan_m