Girona es de esas ciudades que si se pasa por al lado, bien merecen una visita. Es más, si queremos ir a Catalunya pero sin pisar Barcelona, establecer nuestro campo base en uno de los campings de Girona puede ser una muy buena idea. Podemos visitar Girona capital y todo su entorno, sin duda una de las bellezas escondidas del paraje catalán.
Y es que Girona capital nos enseña un casco histórico hermoso, dominado por construcciones de la Edad Media y con restos de las varias civilizaciones que se han establecido aquí. Dentro del recinto amurallado de Força Vella podremos encontrarnos con auténticos tesoros históricos. Por ejemplo, en la Força Vella está la Catedral de Girona, un templo de origen románico que deja ver su evolución como fortaleza y ubicación estratégica, aunque el elemento que quizás más nos llame la atención es una gran nave gótica, de hecho, la nave gótica más ancha de la arquitectura medieval de Europa.
Siguiendo con la arquitectura religiosa del casco histórico de Girona, podremos encontrar otras hermosas piezas como el monasterio de Sant Pere de Galligants, un gran monumento histórico artístico. También está la iglesia de Sant Nicolau, que completa el conjunto monumental románico de arquitectura religiosa de Girona, cuyos ábsides y cúpulas octogonales seguro que nos sacan más de una foto. Entre jardines también podemos ver el convento de Sant Domenech, de estilo gótico.
Pero no sólo hay restos religiosos en la Força Vella de Girona. Aquí podremos conocer las pequeñas calles que en su época formaban el Call, la judería gironina. El ejemplo más claro quizás sea la calle Força, que se erige como calle central de este barrio que en su época poseía una sinagoga y diversos centros de estudio cabalístico. Hay que decir que el Call actual de Girona es una de las mejores conservadas de España.
En cuanto a los restos árabes podemos encontrar los baños árabes que se esconden dentro de un convento capuchino.
Si todavía no nos hemos cansado de visitar Girona, podemos ir a cruzar el Pont de Pedra sobre el río Onyar, lugar que nos ofrece un increible paisaje de todo el caserío de la ciudad y las fachadas de diversos colores. Al otro lado del río podremos ver bonitos ejemplos del modernismo catalán, que no sólo hay en Barcelona, con edificios tan destacados como la Fábrica Teixidor o la casa de la Punxa. En cuanto al estilo barroco, el Hospital de Santa Caterina es el ejemplo paradigmático.
Foto Vía: Heijmans