Historia, dinamismo, arte y un nivel de vida realmente rico. Con estas señas destacamos a Girona, una ciudad que está creciendo a grandes pasos en estos últimos años y que se tiene la ventaja de encontrarse cerca de las montañas de los Pirineos y de las playas de la Costa Brava.
Los hoteles en Girona son diversos, con una mezcla de casas rurales, masías típicas catalanas, modestas pensiones muy económicas y grandes hoteles en el centro de la ciudad. Elige bien tu alojamiento a la hora de pasar tus vacaciones en esta pequela urbe de la forma más cómoda.
Tiene muchos atractivos que descubrir. Una mayor parte de éstos se encuentran en el barrio judío, ubicado en el casco histórico, un conjunto de calles de gran valor arquitectónico que ofrece uno de los barrios de tales características mejor conservado de toda Europa.
Tal es su importancia que cuenta con un museo de los Judíos (muy amplio) y un centro de interpretación, en el que conocer de cerca su legado, sus vidas, manuscritos, objetos y representaciones artísticas. Al lado hay una tienda con todo tipo de productos de este pueblo, muy interesante y totalmente recomendada para hacer alguna compra exquisita.
Caminando por este barrio, encontramos la catedral, una de las más grandes de España, de la que llama especialmente su interés las largas escalinatas que lleva a ella. Muy cerca, resaltan algunas iglesias algo más pequeñas de estilos diversos y más antiguas.
En este mismo barrio, eje central de turistas y ciudadanos en sus ratos libres, reconocerás una escultura que ya se ha hecho famosa. Es el «Cul de la Lleona» (culo de la leona), una pequeña leona en un palo a la que debes subir, pues la leyenda cuenta que, si quieres volver a la ciudad, deberás besar sus partes bajas.
Foto: oseillo