Florencia es seguramente una de las ciudades más visitadas de Europa. Sus obras de arte y arquitectura renacentista nos trasladan a épocas de esplendor de esta ciudad italiana, una de las épocas en el que la creatividad artística estaba por encima de cualquier cosa, una de las épocas más interesantes de la historia. No obstante, hay mucho que ver en Florencia y no sólo en cuanto al arte.
La cocina florentina es uno de los secretos, una de las sorpresas que nos encontraremos al viajar a Florencia. Si bien cuando hacemos turismo por diversas capitales europeas la comida no llama la atención, queda en un segundo plano, en Florencia nos sorprenderá la calidad de su gastronomía.
La comida tuscana es abundante pero sencilla, con gran variedad pero siempre con productos locales, de los cuales destacan sus quesos suaves y la carne a la parrilla. Los tuscanos también son famosos por apreciar la judía, es decir, la judía se convierte en el ingrediente base de muchos de los platos florencianos. Sin duda una de las comidas más simples pero ricas que podemos probar son las judías blancas cocinadas con aceite de oliva.
Pasando a la carne recomendamos probar, entre visita y visita, un buen bistec a la florentina o diversas piezas de caza (ciervos, verracos, conejos, etc.), cocidos a fuego lento con vino y acompañados por el vino Chianti, vino de la tierra.
Pero no sólo la comida tradicional tuscana posee renombre o lugar en los restaurantes de Florencia. También encontraremos novedades originales y recientes que tratan de mezclar sabores, crear nuevos sentidos, probar con la diversidad de colores del lugar y sabores preferidos.
En fin, la comida es un momento en el que muchos viajes se deja de lado, hecho que no deberíamos permitirnos nunca pues se trata de otra forma de conocer las costumbres propias. Las diversas comidas que haremos en Florencia nos ofrecerán diversos sabores tradicionales y propias, el pan de cada día de los lugareños, que también se podría englobar como cocina italiana pero con particularidades propias.
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