Frankfurt, viaje de fin de semana

Frankfurt, viaje de fin de semana 2

Vivimos una época en la que viajar ha dejado de ser cosa de unos pocos. Con la proliferación de viajes baratos ya no es concebible coger el avión o cualquier otro transporte para viajes largos del tipo de vacaciones de verano. Hoy podemos viajar, si queremos, tan sólo durante un fin de semana y precisamente el viaje que hoy proponemos va en este estilo.

Frankfurt es una ciudad alemana que si bien podemos verlo con más tranquilidad y tiempo, un fin de semana resulta el tiempo justo para captar su esencia. Aquí podemos visitar, por ejemplo, la Casa de Goethe, lugar en el que queda reflejada la imagen de la vida de la alta burguesía a mitad del siglo XVIII.

También podemos visitar, o dar una vuelta durante un par de horas, por el centro financiero de la ciudad, lugar de trabajo de la burguesía del siglo XXI. Es el centro financiero más importante de Alemania y posee un bonito perfil de rascacielos. Quizás la mejor forma de ver esta zona es desde las orillas del río Meno o por la plataforma de la Torre del Meno, donde desde una altura de 200 metros podremos disfrutar de una amplia vista de la ciudad.

La Plaza Römerberg y el Ayuntamiento Römer se sitúan en el centro histórico de la ciudad, al lado de ostentosas casas de entremado que se reconstruyó en 1986 conforme a los planos históricos. Por último, una última visita imprescindible en Frankfurt es la iglesia de San Pablo, el cual fue un edificio de galerías desde 1789 hasta 1833 y es por antonomasia hoy día el símbolo nacional de la libertad y la democracia en Alemania. El edificio fue en 1848 sede de la primera asamblea nacional y después de su reconstrucción tras la segunda guerra mundial, ya no se usa con fines religiosos sino que como su primerizo papel, a saber, como símbolo y “cuna de la democracia alemana”.

Así pues, teniendo en cuenta estos monumentos que acabamos de descubrir más alguna que otra más, podremos pasar un fin de semana extraordinario en Frankfurt, lugar que nos hará olvidar la rutina del día a día en nuestro lugar de origen.

Foto Vía: Kadellar