Situada en el Valle de Tena, Formigal es un pueblo y pista de esquí que se sitúa cerca del paso fronterizo del Portales. Si se va en verano, en ella se verán unas praderas naturales así como que se disfrutará de un hermosísimo paisaje. No obstante, si se va en invierno (cuando las pistas estén abiertas), no por ello el paisaje dejará de ser bello, hermoso para los ojos acostumbrados a ver edificios y el aburrido gris de los pueblos y ciudades. Si quieres alegrar la visita y respirar aire puro, irse a esquiar en Navidades o Semana Blanca (para los que puedan disfrutarla) puede ser una estupenda opción.
Como es lógico, la estación está alejada de las zonas marítimas y sus modernas instalaciones de nieve artificial garantizan que las pistas sean esquiables y con una nieve de óptima calidad hasta mucho después de que la nieve natural haya dejado de caer.
Además, como pista de esquí, se puede decir que Formigal es uno de los más completos y populares de España. Cuenta con pistas de diferente nivel como Cantales para los principiantes, Izas y Sarrios para esquiadores medios y Tres Hombres para esquiadores que ya llevan más de unos cuantos días esquiando. Existen, además, áreas de velocidad controlada para niños y debutantes y una pista de video-slalom.
La pista está perfectamente equipada con cuatro parkigns que tienen acceso desde distintas carreteras a las cuales se puede llegar a través de diferentes zonas y a las cuales se puede acceder sin que haya atasco alguno al inicio de la jornada. No obstante, es interesante mirar la oferta de hoteles en Formigal, interesante por su calidad, situación y belleza dominante desde casi cualquier habitación.
Además, la estación cuenta con esos pequeños detalles que le dejan a uno un sabor de boca muy bueno. Por ejemplo, y no es ninguna tontería después de haber esquiado durante horas, sus excepcionales bocatas de pan chapata le harán la vida más fácil a uno. La urbanización, en el cual se encuentran los hoteles, coge bastante marcha en las frías noches de invierno de la estación.
En fin, si uno quiere aprender, practicar o simplemente sabe y quiere explotar al máximo su potencial esquiador, Formigal es una de las mejores elecciones que uno puede hacer en Aragón.