Visitar Italia durante las fiestas de Navidad es uno de los medios más eficaces para introducirse y conocer mejor la cultura italiana.
1- Los mercadillos de Navidad
Navidad es sinónimo de compras, y todas las ciudades de Italia se llenan de mercadillos tradicionales que ofrecen delicias de todas las clases y objetos artesanales. La mayoría abren sus puertas a partir del 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción) y no las cierran hasta el día 6 de enero (día de la Epifanía). Uno de los más interesantes es el de la Piazza Navona, en Roma.
Algunos stands venden chocolates, otros santos y muñecas. Lo ideal es aprovechar la estancia en Roma para disfrutar del Festival de Navidad, de sus juegos, conciertos, espectáculos de marionetas y pista de patinaje.
Si vais a Venecia antes de Navidad, no os olvidéis de pasar por el mercado de Campo San Stefano, abierto del 29 de noviembre hasta el 23 de diciembre, que está lleno de juguetes hechos a mano, y objetos artesanales, y muchos otros productos de la zona.
2- Las especialidades de Navidad
El invierno comienza cuando los vendedores ambulantes empiezan a asar castañas en las calles. No hay más que seguir el olor, y sucumbir a la tentación de probarlas. El precio por cartucho ronda los 2 ó 3 euros, nada del otro mundo.
El Pandoro, especialidad de la provincia de Verona, y el panettone, procedente de Milán, se venden en todos los supermercados de la península italiana, y se trata de uno de los regalos más típicos durante esta época del año. De Nápoles nadie se puede ir sin haber probado primero las strufoli. Se trata de unas bolitas de pasta frita cubiertas de azúcar y de miel, antes de unirlas en forma de pirámide.
3- El belén de Navidad
Más que contemplar las luces de Navidad (y no será porque no sean pocas), os invito a que vayáis a descubrir los portales de belén al estilo italiano. Cuanto más bajéis hacia el sur de la península, os encontraréis con más representaciones del nacimiento de Jesús. Todo el mundo monta su propio belén, incluso el panadero o el carnicero. Merece la pena ir a descubrirlos por todos los rincones de cualquier ciudad italiana.
Foto Vía: Getty Images