Fez, en Marruecos, es uno de los destinos más interesantes y atractivos del país nordafricano. Quizás algo eclipsado por las grandes ciudades del país, Casablanca, Marrakech y Rabat, también hay qué ver en Fez, de que disfrutar.
Podríamos decir que Fez es capital de la artesanía, la ciudad puede enorgullecerse de poseer una gran y atractiva experiencia artística en los diversos oficios que trabajan la cerámica, la madera o el cuero, un lugar donde los oficios se han convertido en arte. La medina es el paraíso de los artesanos que aún perviven. Ello se debe a sus numerosos zocos, pues se trata de uno de los antiguos barrios barrios de la ciudad.
Podemos deambular por sus callejuelas, por sus estrechas calles y perdernos por las increibles maravillas arquitectónicas integradas en la vida diaria que esconde. Se trata de un lugar con muros de adobe y ladrillos, patios en diferente altura, unos cuantos pilares revestidos de azulejos, etc.
Aún así, pese a que podríamos tildar la Medina como la maravilla humana de Fez, no es la única. Un curioso atractivo de la ciudad es su azul, un color azul cobalto que se erige como símbolo de la alfarería de esta ciudad marroquí, donde se producen o se han producido algunas de las piezas más hermosas de la cerámica del país. Podemos admirar increibles colecciones en el museo Dar Batha, muy cerca de la madraza de Boy Inania.
Otro de los elementos fundamentales de la artesanía de Fez es la madera. Diversos tipos de madera, extraidos de la variada flora arbolística que nace en Marruecos, se erige como necesaria en la ebanistería de Fez. Un buen lugar para disfrutar de este tipo de piezas es el museo de artes y oficios de la madera, ubicado en la foundouk de Nejjarine. Los artesanos de este bonito barrio fabrican diversos objetos mobiliarios inspirados en diversos palacios.
Aunque Fez haya sabido adaptarse a la vida moderna, también ha sabido conservar sus tradiciones y estilos de vida más auténticos del lugar.
Foto Vía: elchicogris