Faro, la capital del Algarve en Portugal

Faro

Hay muchos turistas que llegan hasta el Aeropuerto de Faro, y una vez allí o bien se dirigen hasta el Algarve, o bien se trasladan a la Costa de la Luz en Huelva para disfrutar de sus vacaciones. Pero, ¿y la propia ciudad de Faro?, ¿acaso no tiene encanto suficiente como para albergar a ninguno de los turistas que llegan?.

Pues todos esos que llegan a través de sus vuelos a Faro debían saber que se pierden una ciudad realmente encantadora, y que bien merece una visita. Faro es una ciudad con gran cantidad de vestigios romanos, y un centro histórico muy interesante. Plazas en donde se celebraba el antiguo foro romano, y la Catedral de Faro, que data del siglo XIV.

Otra visita realmente interesante, aunque un poco macabra tal vez, es la que podéis hacer a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmelo, que alberga en su cripta los huesos de más de 1.200 monjes enterrados aquí.

Justo frente a la costa de Faro se halla la Laguna de la Ría Formosa, que con sus 17.000 hectáreas atrae a una gran cantidad de aves durante la primavera y el otoño. Sin embargo, en verano es ideal para darse un pequeño paseo en barco y contemplar la puesta de sol reflejada en sus aguas.

Entre las callejuelas del centro histórico de Faro hay muchas tiendas pintorescas que podéis visitar, y algunas tabernas para entrar y tomar algo. Sin embargo, no creo que haya nada mejor que acercarse al puerto pesquero de Faro, para ver a los pescadores remendando sus redes.

Si queréis salir un poco de la ciudad, a unos veinte minutos en coche de Faro tenéis Quinta do Lago y Vale de Lobo, dos de los mejores centros turísticos de la zona. Muchos son los turistas que veranean aquí, ya que cuenta con todas las actividades al aire libre que podamos imaginar.

Quizás muchos estéis buscando algo más, un destino turístico de primer nivel. Pero Faro es un lugar tranquilo, ideal para una escapada de fin de semana a Portugal. Muy popular, un rincón en el que saborear de primera mano la cultura y las tradiciones portuguesas.

Foto Vía Sandro Mancuso