Qué tal comenzar disfrutando de un bello atardecer, contemplando pausadamente como el sol se pone sobre un paisaje hermoso de bellos techos rojos, el color de sus tejas… en tu mano sostienes una copa de un joven y fresco vino, que acompaña perfectamente el pescado que te ha traído una hermosa, atenta y joven camarera… muy rubia y muy croata… volviendo al pescado, está increíble… estás sentado en una terraza y oyes la música de alguno de los muchos conciertos que se toman las calles de la ciudad en el verano… qué donde es eso?, pues simplemente en Dubrovnik, la perla del Adriático.
No puede haber un apelativo mejor para esta hermosa ciudad, Dubrovnik, La perla del Adriático… bautizada así por el insigne poeta Lord Byron.
Pero no todo ha sido poesía y música en esta antigua ciudad, sus antiguas murallas fortificadas hablan de un pasado en que esta Perla competía codo a codo con otras ciudades costeras, pero principalmente con Venecia –su archirrival- por la supremacía del comercio en el Mediterráneo… Perla guerrera.
Rica en pasado y una joya arquitectónica, Dubrovnik es uno de esos lugares mágicos que te encuentras por ahí, en los que el pasado quedó detenido con vista al mar, que es mejor. Un mar de claras aguas que te permiten, nadar, bucear, deportes acuáticos y pesca, también de esa de las películas… barco, gran pez… Foto. Y con unas bellas playas, plagadas de hermosos lugares para poner tus ojos, arena fina y un pálido sol, como la piel de sus gentes y no sólo en Dubrovnik, sino que también en las encantadoras islas cercanas que pueblan las aguas del Adriático…. Dios, es un trozo del paraíso.
Y a la vez está llena de vida, es un pasado actual, con un presente hermoso como ella… Dubrovnik conserva cicatrices de terremotos pasados y de la guerra, de varias de ellas… la última a finales del siglo 20, para luego ser nuevamente reconstruida por sus habitantes, que pese a todo son herederos de una raza superviviente que resurge después de los desastres, como la ciudad…
Te recomiendo visitarla ahora, este verano –si la crisis te lo permite- y disfrutar de su festival, donde toda la ciudad se llena de música, juegos y alegría, pero también de devoción religiosa en sus calles… un buen sitio para ir a encontrarte a ti mismo,
En una parte de tu búsqueda y encuentro en Dubrovnik, camina por la fuente de Onofrio, una curiosa estructura poligonal abovedada, adornada con 16 máscaras por cuyas bocas mana el agua de la fuente y tus pasos te llevan al monasterio Franciscano y su maravilloso claustro, del que los expertos dicen que es la obra románica más bella de Dalmacia, con capiteles y animales de piedra, cuyos ojos han estado mirando lo que ocurre en la ciudad por cientos de años y sus petréos poros han absorbido las esencias que utilizan los frailes para preparar antiguas cremas y elixires florales.
Si tienes suerte y presupuesto puedes encontrar un buen sitio dentro del casco antiguo, si eres como todos los mortales fuera de las murallas puedes encontrar buenas opciones.
Se llega desde cualquier aeropuerto de Europa, de los importantes claro… Cuando hay una crisis, que no todas son financieras… vete a Dubrovnik, la Perla del Adriático si estás en crisis, de la que sea, solo o en pareja, a veces hay crisis. Si quieres encontrarte a ti mismo, vete a Dubrovnik este verano… O simplemente de vacaciones diferentes.
Foto: Felber