Uno de los monumentos y espacios más interesantes que tiene la ciudad escocesa de Edimburgo es, sin lugar a dudas, su Castillo que se ha convertido en símbolo de la misma.
En el centro de la urbe, y concretamente en una colina de origen volcánico llamada Milla Real, es donde se encuentra situada dicha fortaleza a la que sólo se puede acceder por uno de sus lados ya que el resto de laterales se encuentra al borde de zonas abruptas dominadas por acantilados de importantes alturas.
Una gran explanada es concretamente la que da acceso a este lugar, donde antes existió también un lago, que permite que todos los visitantes tengan la oportunidad de admirar, conocer y disfrutar in situ de un amplio conjunto de espacios y de elementos de gran valor como sería el caso de los siguientes:
- Capilla de Santa Margarita. Esta estancia religiosa es importante dentro del Castillo de Edimburgo por el hecho de que está considerada como la parte más antigua del mismo. Pero no sólo eso, además se cree que es uno de los monumentos con más edad que existen en toda la ciudad.
- Honores de Escocia. Bajo dicha denominación se encuentra una colección de joyas de la Corona que pertenecen al periodo comprendido entre los siglos XV y XVI. Precisamente este hecho les convierte en el tesoro real más antiguo de Gran Bretaña y también en uno de los más antiguos de todo el continente europeo. Concretamente está conformado por el cetro que el Papa Alejandro VI le regaló al rey Jacobo IV, la corona y la espada del citado monarca.
- Piedra de Scone. Un bloque de arenisca es este que si se ha hecho importante dentro de la historia de Escocia es debido al hecho de que se empleaba para la coronación de los diversos monarcas durante la Edad Media.