El Volcán del Tungurahua en Ecuador

Tungurahua

De noche en la ciudad ecuatoriana de Baños se oye a veces el rugido del Tungurahua. Su última erupción comenzó en 1999 y los expertos aseguran que aún se mantiene, con episodios violentos desde el 2006. Conocido como el Gigante Negro, su nombre proviene de las palabras quichuas «tungur» y «rauray», que significan garganta de brasas. Brasas, lava y ceniza es lo que expulsa, un espectáculo que de noche puede verse en total plenitud.

Baños se sitúa a 170 kilómetros al sur de Quito. Es una de las ciudades más turísticas de Ecuador, no solo por la presencia del volcán, sino por estar situada entre los parques nacionales de Sangay y Llangantes, además de la profusión de cascadas y baños de aguas termales que posee.

Con sus 5.016 metros de altura el Tungurahua sirve de techo y mirador hacia Baños. Y decimos mirador porque a pesar de su presencia imponente es el volcán más fácil de escalar de Ecuador. En numerosas ocasiones los vecinos de esta localidad han tenido que ser evacuados por la actividad del volcán. La última de ellas en 1999, tanto es así que hasta los glaciares de la cumbre se derritieron.

La Oficina de Turismo de Baños y algunos hoteles ofrecen la posibilidad de subir hasta el Tungurahua. El recorrido se hace a través de una estrecha carretera que sube hasta la cima. Hay pequeñas empresas de particulares que, por unos dólares, también se dedican a organizar visitas al volcán. Ya en la cima, y tras unas explicaciones sobre Baños y el Tungurahua, organizan un pequeño espectáculo con canciones tradicionales y la degustación del candelazo, una bebida de alta graduación, similar al aguardiente.

De día la vista del volcán desde Baños es sencillamente espectacular. Sin embargo de noche, si tenéis suerte, podéis ver cómo surge la lava del cráter. Precisamente en agosto del 2012 se pudo sobrevolar el Tungurahua y descubrir que la caldera está completamente llena de material incandescente. Lo que quiere decir que hay Tungurahua para rato…

Foto Vía Earth Week