Siempre que voy a Roma, me encanta perderme por los vericuetos del Trastevere. Es uno de los barrios más pintorescos de la ciudad. Situado en la orilla derecha del Tíber, precisamente su nombre le acerca aún más a este río y le aleja del centro histórico (literalmente significa «más allá del Tíber»). A pesar de todo, su encanto atrae cada día a miles de turistas.
El Trastevere es bohemio y bullicioso, alegre, a veces desenfadado, incluso triste y viejo en la sombra perenne de algunas de sus callejuelas. Su laberinto empedrado, el sabor medieval y fresco de los colores terracota de los edificios, las tiendas, los cafés, los restaurantes… La vida que vive el Trastevere forma parte indisoluble del corazón que late en Roma.
Si tenéis reservados vuestros hoteles en Roma, no dejéis para muy tarde pasear por el encanto de este barrio. Su corazón se encuentra en la Piazza di Santa María in Trastevere, plaza en la que emerge la figura de la iglesia del mismo nombre junto a antiguas fachadas, restaurantes y pequeñas tiendas de souvenirs. Siempre está llena de turistas, lugareños, artistas callejeros… La Iglesia de Santa María in Trastevere, construida en el siglo III, es la más antigua de Roma.
Cerca de aquí se halla la Piazza San Cosimato, con su mercado de alimentos. Aunque si queréis ir de comprar por el barrio nada mejor que el mercado de pulgas de Porta Portese, que ofrece de todo, desde antigüedades hasta libros, joyas, productos textiles, artesanía, etc… La mejor artesanía, sin embargo, se halla en la Piazza San Egidio, en la que también se puede visitar el Museo del Folklore de San Egidio.
Amén de la ya mencionada Santa María in Trastevere, hay en todo el barrio otras iglesias medievales dignas de visitar, especialmente Santa María del Popolo y, cómo no, la Basílica de San Pedro. Más allá de esta última se encuentra el Monte Gianicole, desde el que se tienen unas vistas espectaculares de Roma. A medida que subís veréis la Fontana dell Aqua Paola, que data del siglo XVII, el Castel del Angel y el Palazzo Venecia, para terminar en la Villa Pamphili.
El Trastevere es uno de esos rincones de Roma que os llevarán al corazón más pintoresco de la ciudad. No perdáis su estela bohemia y bulliciosa.
Foto Vía Sacred Destinations