La bahía de Sidney es una de las imágenes más fotografiadas de la ciudad. Si tenéis la oportunidad de daros un paseo en barco por ella os llevaréis las mejores instantáneas. Tanto las embarcaciones de recreo como los cruceros turísticos navegan por ella, mientras que los fines de semana son muchos los que se dedican a disfrutar de la vela.
Dos son los símbolos de la capital australiana que pueden verse aquí, la Ópera de Sidney y el Puente de la Bahía de Sidney. Este último es nuestro protagonista hoy, un puente que fue construido entre 1924 y 1932 y que cuenta en la actualidad con 1.149 metros de longitud. Conecta el centro financiero con la costa norte. Si queréis visitarlo solo tenéis que echarle un vistazo a los mejores vuelos a Sidney en Rumbo.
Por este puente pasan tanto trenes como automóviles, además de bicicletas con el carril bici que tiene. Durante muchos años fue la construcción más alta de la ciudad, y hoy sigue siendo el puente más ancho del mundo y, con sus 134 metros desde el agua, el más alto hecho en acero.
El pasado mes de marzo cumplió 80 años, y para celebrar este cumpleaños once músicos de la Orquesta Sinfónica de Sidney ofrecieron un concierto desde la parte más alta de su arco de 134 metros de altura. Precisamente los turistas pueden subir los 200 escalones que nos llevan hasta el Pylon Lookout, un mirador situado a 87 metros desde el que se observa una bellísima panorámica de la bahía, el puerto y la Ópera de Sidney. Aquí mismo hay un museo para conocer la historia y las anécdotas más interesantes del puente.
Un último detalle curioso: ¿sabéis que se puede escalar la parte sur de este puente?. Podéis preguntar en cualquier oficina de turismo de la ciudad para reservar esta aventura, que lleva por nombre Bridge Climb. Se sube hasta la parte más alta por la zona oriental, y luego se desciende por el otro lado. Una experiencia que dura aproximadamente tres horas y media. Si queréis adrenalina en Sidney es una alternativa estupenda.
Claro está, la subida se realiza con un guía profesional que nos servirá incluso como guía turístico. Se puede escalar tanto de día como al atardecer, para ver las luces de Sidney. Los precios de escalada rondan los 175 euros por persona durante el día y 225 al atardecer.
Foto Vía Hoteles