Los vuelos baratos a Nueva York han conseguido atraer a esta ciudad gente que antes no se había ni imaginado coger un avión. Así, a través de las variadas ofertas de vuelo que existen hacia esta ciudad estadounidense, podemos ver la ciudad que ha conseguido mundializar sus atractivos más allá del cine hollywoodiense.
El puente de Brooklyn es uno de los atractivos principales de la ciudad. Con una longitud de casi dos kilómetros (1834 metros), atraviesa el río Este uniendo las islas de Brooklyn y Manhattan. Su nombre original es Brooklyn Bridge y fue el primer puente colgante del mundo, es decir, hito de la ingeniería de la época.
Su construcción comenzó allá por 1869 y se pudo acabar tan sólo catorce años más tarde, habilitándose para el uso a partir del 24 de mayo de 1883. El día de la inauguración pasaron por ella un total de 1.800 vehículos y 150.300 paseantes. El puente costo 18 millones de dólares y una cifra interesante, 27 personas dejaron su vida por el puente en su construcción. Una semana después de la apertura, la rumorología popular acabó con la vida de 12 personas al originar un rumor que decía que el puente se estaba derrumbando.
Más allá de datos curiosos o necesarios de su construcción, hay que tener en cuenta que cuando se inauguró era el puente colgante más largo del mundo, el doble de largo de cualquiera que fuera construido previamente. Ya desde los 80 podemos ver el puente iluminado en la noche con tal e exhibir características arquitectónicas que quizás de día pasen inadvertidas. Se trata de un estilo arquitectónico gótico, con las típicas características de arcos de medio punto situados en torres que mantienen el puente y por donde transcurre el tráfico.
Cuando se inauguró, era el puente colgante más largo del mundo, un cincuenta por ciento más largo que cualquiera construido previamente. Desde los años 80, ha sido iluminado en la noche para exhibir sus características arquitectónicas.
El estilo de la arquitectura es gótico, con característicos arcos de medio punto situados en las torres que lo mantienen y por el que transcurre el tráfico. Hay que tener en cuenta que su arquitecto, Roebling, acabó construyendo una estructura seis veces más fuerte de lo que el puente necesitaba, lo que conlleva que aún hoy siga tan vigorosa a diferencia de otros puentes que fueron construidas en la época y que han tenido que ser reemplazados o derrumbados.
Desde 1983 está declarado como Monumento Histórico Nacional de la Ingeniería y pese a que en su comienzo vio pasar por sus entrañas coches de caballos y tranvías, hoy podemos pasar a través de uno de los 6 carriles para automóviles, una línea de metro y un carril superior para bicicletas y peatones.
Foto Vía: AngMoKio