Por poco me da algo cuando, al volver de mi viaje de novios, me di cuenta que mi ordenador no leía las fotos que había realizado. Llevé rápidamente la tarjeta a una tienda de fotografía y allí, después de unas cuantas vueltas, pudimos recuperar todo el material. Posiblemente fueron las horas más tensas que he pasado en mi vida… y todo porque soy un fanático a la hora de hacer fotos en mis viajes. Sin remedio…
Todo esto viene a colación porque estaba leyendo esta fabulosa oferta de Canon en la que puedes conseguir hasta 200 euros de reembolso por artículo. Y todo muy sencillo: comprando uno de los objetivos, cámaras o flashes incluidos en la promoción, registrándolo luego en la web de Canon y adjuntando la prueba de tu compra. A las pocas semanas recibirás en casa una tarjeta con la que podrás comprar lo que quieras en cualquiera de los establecimientos que admitan esta tarjeta, claro.
No sé a vosotros, pero a mí eso de ir a cualquier viaje o pequeña escapada sin mi cámara de fotos me resulta imposible. Me puedo dejar en casa cualquier cosa menos la cámara. Unas buenas fotos son unos buenos recuerdos, la excusa perfecta para dar «envidia» a tus amigos, o ese ratito de ocio que te gusta pasar liado con el photoshop o completando álbumes. Fotos de postal, retratos frente a algún monumento, las fotos graciosas de cualquier viaje…
A pesar de todo esto no creáis que soy un experto de la fotografía, en absoluto. Tengo un amigo fotógrafo que me dijo una vez: «La diferencia entre una gran foto y lo de siempre está en la mente del fotógrafo». Claro, también depende un poco del equipo que llevas, pero a la hora de la verdad tu imaginación siempre cuenta. Antes de hacer una foto siempre me hago una pequeña pregunta: ¿porqué quiero fotografiar precisamente esto?.
Yo abogo por las fotos originales. Claro está que si vas a París las quince fotos de rigor a la Torre Eiffel no te las quita nadie. Pero, ¿no cansaría menos hacerlas algo más divertidas y originales?. Y no me refiero solamente a poner las manitas como si estuviéramos cogiendo la torre nosotros mismos… Vamos a ser más divertidos y originales, ¿no?.
Las fotos son como una película de nuestro viaje, un resumen ordenado de nuestros recuerdos. No hay nada mejor que sentarse un rato y contemplarlas, descubriendo todo lo que vimos, sentimos y vivimos. Y si es con un poco de sentido del humor mucho mejor, ¿verdad?.
Foto Vía Xatakafoto