Muchos son los vuelos a Pekín económicos que podrás encontrar para poder disfrutar de una ciudad llena de encanto, diferente y, sobre todo, con multitud de atractivos patrimoniales y artísticos que a cualquier visitante sorprenden y enamoran.
Este sería el caso, por ejemplo, del afamado Templo del Cielo, sito al sur de la urbe, que está catalogado como Patrimonio de la Humanidad y que tiene el honor de ser el templo más grande que existe en China.
En el siglo XV, más concretamente en el año 1420, parece ser que fue cuando se comenzó a levantarse dicha edificación y se hizo con un claro objetivo: agradecer al cielo los frutos que se obtenían en el otoño gracias a las buenas cosechas que se llevaban a cabo en primavera. De ahí, por tanto, que se empleara para rezar por esas citadas cosechas que eran las que servían para alimentar a la población.
Dos murallas son las que protegen a esta construcción que está conformada por una serie de estancias y edificaciones singulares, y con unas señas de identidad propias, entre las que destaca sobremanera el Pabellón de la Sala de la Oración. Como su propio nombre indica, esta era la estancia que se aprovechaba para orar y solicitar al cielo que siguiera permitiendo que los cultivos fueran fructíferos.
De madera es aquel que se ha convertido en uno de los símbolos de Pekín y que llega a alcanzar los 34 metros de altura gracias a que el templo en sí se asienta sobre tres niveles. Su tejado y sus columnas, que representan las estaciones del año así como los días y las horas, son los elementos más característicos de este pabellón.
No obstante, hablar del Templo del Cielo es hablar también obligatoriamente de la Bóveda Imperial del Cielo que se construyó con el claro objetivo de que los emperadores rindieran en ella un homenaje a sus antepasados. Lo que más sorprende a cualquier visitante es que en ella el sonido se transmite a través de la pared por lo que cualquier sonido puede ser escuchado en el extremo opuesto a donde tiene lugar.