Una de las ciudades europeas más bellas e interesantes del mundo es, sin duda alguna, Budapest y es que esta cuenta con un interesante patrimonio arquitectónico y artístico. El mismo posee un valor incalculable no sólo por la riqueza que lleva intrínseca sino también por el hecho de que es fruto de muchos siglos de la historia de una urbe, cuyos orígenes se remontan a los celtas.
Diversos y variados son los monumentos que no hay que dejar de conocer en la capital de Hungría, sin embargo, entre todos ellos destacan algunos por el hecho de que están catalogados como Patrimonio de la Humanidad. Por eso, visitarlos no defraudará a nadie.
El primero de esos edificios que hay que conocer in situ es el Castillo de Buda, también conocido como Palacio Real o Castillo Real. El hecho de haber sido la fortaleza por antonomasia de los reyes húngaros en Budapest es el principal elemento diferenciador y característico de esta construcción que ahora nos ocupa.
A orillas del río Danubio es donde se encuentra situado este citado castillo que se erigió en el siglo XIV y que se encuentra también muy próximo a otro de los monumentos de la ciudad que está catalogado como Patrimonio de la Humanidad, junto a la Avenida de Andrássy.
Nos estamos refiriendo a la Plaza de los Héroes que tiene el privilegio de ser una de las más importantes y simbólicas de la urbe. Y es que en ella se ha conseguido conservar la esencia de otros tiempos y el recuerdo a los mismos a través, por ejemplo, del Monumento del Milenio, también llamado Memorial del Milenio.
Este citado elemento está conformado por las esculturas de los líderes de las siete tribus magiares que fundaron Budapest en el siglo IX así como de otros personajes fundamentales en la historia de la ciudad.
El Palacio de Arte y el Museo de Bellas Artes son dos de las edificaciones más significativas que existen en esta plaza, símbolo de la capital húngara.
